­El presidente francés, Nicolas Sarkozy, realizó ayer un cambio en el gabinete que afectó a las carteras de Exteriores, Defensa e Interior con el objetivo de reforzar el Ejecutivo ante los cambios que vive el mundo árabe.

Esta modificación, la segunda en los últimos 5 meses, se produce horas después de que la titular de Exteriores, Michèle Alliot-Marie, dimitiera tras la polémica originada por su actuación ante la revuelta tunecina y por unas controvertidas vacaciones pasadas en ese país cuando ya habían comenzado las protestas.

Ella se encontraba en el ojo de la tormenta no sólo por su viaje a Túnez sino también por su relación con el dictador huido Zine Ben Ali, a quien dos días antes de su huida le había ofrecido la "ayuda policial" en el manejo de manifestaciones violentas.

La prensa nacional considera que al aceptar la renuncia de la ministra, el presidente ha querido "maquillar" la salida forzada de Alliot-Marie. Otros dicen que con este nombramiento, Sarkozy busca mejorar la opaca imagen dejada por la diplomacia francesa ante las revueltas en el mundo árabe.

Asimismo, Sarkozy anunció otros dos cambios en su gabinete: Claude Guéant fue designado ministro del Interior en reemplazo de Brice Hortefeux.

Guéant, consejero personal de Sarkozy desde hace nueve años, cumplirá una doble función, pues el ministerio del interior absorberá al controvertido ministerio de la Inmigración.