Doce años atrás, uno de los hermanos sospechosos de los asesinatos en el semanario satírico Charlie Hebdo era un joven como muchos otros en Francia, más interesado en mujeres y fumar hachís que en defender al Profeta Mahoma.
Pero entre 2003, cuando Cherif Kouachi (32 años) repartía pizzas y soñaba con ser una estrella del rap, y el miércoles, cuando él y su hermano fueron identificados como los principales sospechosos del asesinato de 12 personas en París, pasó de alborotador a ser el hombre más buscado en Francia. En tanto el hermano mayor, Said Kouachi (34) viajó a Yemen en 2011 para entrenar con los militantes de una red afiliada a Al Qaeda, en la Península arábiga.
Cómo fue que Cherif Kouachi -descrito como un ‘cero a la izquierda‘ por su abogado durante un juicio del 2005 por su participación en una célula que enviaba jóvenes franceses voluntarios a luchar en Irak- se encaminó hacia el radicalismo es una historia cada vez más familiar en Francia y otros países accidentales.
Nacido en el Este de París de padres argelinos que murieron cuando los hermanos eran niños, Kouachi creció en un orfanato en la ciudad occidental de Rennes. Con un diploma de profesor de deporte, Kouachi regresó a París y trabajó como repartidor de pizzas.
En un documental del 2005 del canal France 3, que incluye imágenes tomadas en un centro comunal de París, se ve a Kouachi rapeando en inglés, vestido de jeans y una camiseta amplia, además de una gorra de béisbol. Pese a antecedentes por vender drogas y robo, las personas lo describían como alguien más interesado en chicas lindas y la música que en el Corán. Pero eso, fue antes de que conociera a Farid Benyettou.
Apenas un año mayor que Kouachi, Benyettou practicaba una forma estricta del salafismo, y actuaba como mentor de varios jóvenes en el barrio que habían comenzado a asistir a una popular mezquita en el Noreste de París, lugar donde residen muchos inmigrantes. Con Benyettou a su lado, Kouachi comenzó a asistir a clases de oración. Empezó a ver videos yihadistas y se dejó la barba.
Kouachi testificó durante su juicio del 2008 que Benyettou le enseñó que los suicidas con bombas morían como mártires. Agregó que lo afectó profundamente el abuso a prisioneros por soldados estadounidenses en la cárcel de Abu Ghraib en Irak. La célula encabezada por Benyettou envió a una decena de jóvenes, todos menores de 25 años, a Irak.
Si bien sus convicciones eran firmes, su entrenamiento era amateur. El grupo trotaba en un parque un par de veces para ponerse en forma, y una vez tuvo un entrenamiento secreto sobre cómo usar rifles Kalashnikov pero con dibujos.
El 25 de enero del 2005, Kouachi fue arrestado cuando se preparaba para viajar a Siria en camino hacia Irak en una acción policial para capturar a la célula en la que también cayó Benyettou. En su juicio, Kouachi dijo que le había entrado miedo. ‘Mientras se acercaba la fecha, cada vez más quería dar marcha atrás. Pero si no me atrevía a hacerlo, me arriesgaba a ser visto como un cobarde‘, dijo a los jueces en ese entonces.
Fue sentenciado a tres años de prisión en 2008, pero cumplió solo 18 meses en dos de las cárceles más duras de Francia. La experiencia lo cambió para bien. Ya no hablaba más del extremismo. Su cuerpo también cambió por el entrenamiento en la prisión: ‘Un mequetrefe que se volvió fornido‘, dicen. Tras cumplir su sentencia, Kouachi fue llevado a la policía de nuevo en el 2010. Se sospechaba que era parte de un grupo que intentaba sacar de prisión a Smain Ali Belkacem, autor de un ataque en 1995 contra el sistema de transporte de París que causó la muerte de ocho personas e hirió a 120. Pero lo dejaron ir porque no había evicencia en su contra.