A cuatro días de cumplirse 25 años del último gran terremoto que asolara a Chile el 3 de marzo de 1985, la naturaleza volvió a golpear al país trasandino. Un potente movimiento telúrico de 8,5 grados en la escala de Richter dejó al menos 300 muertos, provocó un tsunami que arrastró la mitad de un pueblo y destruyó medio millón de viviendas, puentes, autopistas, iglesias y hospitales lo que llevó a declarar a gran parte del país como zona de desastre. Mientras, las réplicas se sucedieron a los largo del día y se estima que persistirán por meses. El terremoto se extendió por más de 800 Km de la geografía chilena y midió entre 8,3, 8,5 y 8,8 grados según lo captado por los sismógrafos de Chile, EEUU y el Inpres de San Juan.
A las 3.34 con 10 segundos de la madrugada de ayer, mientras la mayoría de los chilenos dormía, el terremoto con epicentro en la sureña región del Bío Bío hizo temblar a casi a todo el país, incluso en Santiago y se extendió como un eco en varias provincias argentinas ya que duró casi dos minutos. En San Juan, la gente que fue sorprendida durmiendo, salió angustiada a las veredas y calles en ropa interior, mientras una multitud lo vivió, con cierta calma, en el momento culminante de la Fiesta del Sol durante las presentaciones de Soledad, Los Nocheros y el Chaqueño Palavecino -ver página 12 y 13. En otro terremoto, que se produjo al mediodía en Salta, que según el Inpres no tuvo nada que ver con el de Chile, provocó otras dos muertes.
De acuerdo al último reporte de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) de Chile, la cifra de víctimas fatales alcanza los 214, número que podría aumentar con el paso de las horas ya que hay decenas de desaparecidos.
La Región del Maule y del Bío-Bío fueron las más afectadas con este terremoto, donde la intensidad en Escala Mercalli -que mide cómo percibe la gente el sismo- alcanzó los IX. En tanto, en la Región Metropolitana VIII, Valparaíso VI, O’Higgins y La Araucanía VII.
En tanto, el gobierno catalogó como zona afectada de desastre entre las regiones de Valparaíso y Bíobío, lo que significa la facilitación de la ayuda, movilización de los recursos, dejando de lado por ejemplo, los procesos de licitación.
La directora de la Onemi, Carmen Fernández, estimó que en 72 horas las autoridades podrían tener una dimensión completa del impacto real del terremoto, aunque ya se sabe que al menos medio millón de viviendas fueron dañadas y 2 millones de damnificados. Pero a pesar de superar en 1,5 grados al terremoto que destruyó la capital de Haití y dejara cerca de 300.000 muertos el pasado 12 de enero, el impacto, de uno y otro no tiene comparación por el mejor nivel de construcción del vecino país.
Tsunami
El sismo generó un tsunami que arrasó con la mitad de un pueblo en la isla chilena de Juan Fernández -ubicada a unos 600 Km de la costa y casi a la altura de Santiago- y amenazaba con llegar a la Isla de Pascua, según dijo la saliente presidenta Michelle Bachelet que desde las 5 de la mañana siguió, minuto a minuto, lo sucedido desde la Onemi. Por esa hora reinaba la incertidumbre por los cortes de energía y la caída de las comunicaciónes que complicaban la recolección de datos. Bachelet declaró zonas de desastre a las regiones de Maule, Bío-Bío, O’Higgins, Araucanía, Valparaíso y Metropolitana, que concentran el 80% del país. En Santiago se registraron más de 40 muertos.
"Yo veía como se caían los autos y no sabía que hacer. Estaba sólo acá", dijo Mario Riveros, guardia de seguridad de una planta industrial en Santiago, parado junto a un puente que se derrumbó. "Me daban ganas de llorar", agregó. Con la luz del día, policías y bomberos recorrían las calles en distintas ciudades de Chile con patrullas y sirenas para verificar la magnitud de los daños y socorrer víctimas. Todos los eventos internacionales programados fueron suspendidos.