Nuevamente estoy siendo testigo presencial  como observador internacional invitado por el Consejo Nacional Electoral de Colombia para las elecciones de este país en segunda vuelta. Me encuentro un panorama con dos modelos políticos que se debaten en Colombia,  reflejo de la lucha ideológica sobre el modelo  Latinoamericano, izquierda y derecha, todo el centro quedo fuera de la elección.  

 

 

Los dos candidatos se diferencian  en casi todos los aspectos, como la política de desarrollo económico, Mineria, derechos humanos, seguridad, y especialmente discrepan en cuanto al  acuerdo de paz con las FARC, donde Iván Duque, que sigue el lineamiento trazado por Álvaro Uribe,  pretende revisarlos y a las claras les exige un cumplimiento de las obligaciones a las Farc que todavía no  hicieron, como  la devolución de niños secuestrados y llevados a la selva para ser entrenados como guerrilleros, en cambio el Candidato de la Izquierda, Gustavo Petro (ex guerrillero del M 19) va a respetar lo pactado con el Presidente Santos.

 

 

Todas las encuestas dan por sentado que Iván Duque ganaría por amplia mayoría. La oposición  le endilga que volvería con las políticas del presidente Uribe, y eso espanta al militante de Petro, pero el ciudadano común no lo ve mal, ya que representa a la mitad de la Colombia indignada por las concesiones que le otorgó la administración del presidente Santos a la Guerrilla de las FARC, que más que un acuerdo, expresan y así lo hicieron con el rechazo en el plebiscito, es la rendición del Estado colombiano, de ahí en adelante es que nace ese apoyo a un candidato tan joven.

 

 

Gustavo  Petro tiene sus límites para crecer en apoyos políticos, hasta con la izquierda moderada, como fue la que representó el candidato Fajardo que salió tercero, por el riesgo de convertir a  Colombia en un satélite castrochavista ya que todos recuerdan que de su mano Hugo Chávez visitó Colombia, esto explica la cantidad de votos en blanco que marcan las encuestas. (en Colombia también se vota en blanco, que en segunda vuelta no tiene consecuencias, pero en primera vuelta sí, porque si ganaba el voto en blanco, habíy que llamar a una nueva elección con nuevos candidatos)

 

 

Hoy  estuve con el Presidente Santos en el acto de apertura de las Misiones de Observación Electoral y  su semblante denota la preocupación que tiene por esta elección, por su bajo nivel de aceptación y por el futuro de todo lo que hizo políticamente durante sus 8 años de gobierno.

En temas morales, Duque propone una visión más tradicional de la familia, donde estaría de acuerdo en reconocer igualdad de derechos “patrimoniales y civiles” a las parejas del mismo sexo, pero no necesariamente en la posibilidad de aceptar el matrimonio igualitario. Gustavo Petro, por su parte, tiene una concepción diferente de la familia y acepta el matrimonio igualitario.

 

Latinoamérica tenía presidentes de izquierda, y desde la elección del 2015 de Argentina, cuando el Kirchnerismo pierde y gana Mauricio Macri, las siguientes elecciones fueron cambiando de la izquierda a la derecha y aparentemente Colombia seguirá este mismo camino, hoy más de la mitad son de derecha.

 

Pero aunque la ola de derecha en América Latina toma cada vez más fuerza, no ha logrado el mismo predominio que la ola de izquierda del siglo XX. De hecho, países como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua han reelegido a gobernantes de izquierda. Sin embargo, las elecciones en Colombia se diferencian de las de sus vecinos porque aseguran (en cualquier escenario) un cambio de rumbo y no la reelección de los partidos en el gobierno.

 

Fuentes, El espectador, El deber, el Tiempo, etc.

 

Miguel Arancibia

 

Abogado

 

Jefe de Mision

 

Transparencia Electoral