Las protestas callejeras en Egipto llevaron al presidente, Hosni Mubarak, a nombrar ayer por primera vez a un vicepresidente, aunque muchos seguían desafiando un toque de queda, instando al ejército a sumarse para obligar a que el mandatario renuncie. En el nombramiento del jefe de inteligencia, Omar Suleiman, como vicepresidente, muchos vieron a Mubarak acercarse lentamente a una eventual entrega del poder.
En otra jornada sangrienta las protestas masivas dieron paso a los saqueos y al vandalismo. El Museo Egipcio fue atacado, y destruyeron dos momias faraónicas, según declaró el principal arqueólogo de Egipto en la televisión estatal. El museo, en el centro de El Cairo, que tiene la mayor colección mundial de antigüedades faraónicas, colinda con las oficinas centrales del gobernante Partido Nacional Nacional, a las que manifestantes prendieron fuego el viernes.
El museo, un edificio de dos plantas construido en 1902, aloja decenas de miles de objetos en sus galerías y almacenes, incluyendo la mayor parte de la colección del faraón Tutankamón.
Los saqueadores también registraron la boletería. La televisión egipcia informó también, que un grupo atacó anoche varios hoteles provocando destrozos, entre ellos, en el renombrado hotel Ramses.
En este marco los ciudadanos de El Cairo han empezado a organizar patrullas urbanas para vigilar las calles y combatir los actos de delincuencia. Con la calle vacía de policías, una escena insólita en una capital donde hace sólo una semana era fácil encontrar dos en cada esquina, los cairotas temen que los comercios, los bancos e incluso sus casas sean objeto de actos vandálicos.
Por esto, en el elegante barrio de Zamalek, una veintena de mujeres recorren las calles armadas con estacas de madera y palos de escoba. "Nos hemos dividido en secciones, los hombres protegen las entradas de Zamalek y las mujeres patrullamos las calles interiores", explicó a Efe Janan Batanuni.
Por otra parte centenares de reclusos de la prisión egipcia de Al Fayum se amotinaron y lograron escapar ayer después de matar al director del penal, informó el canal qatarí Al Jazeera. Algunos fueron detenidos nuevamente durante los saqueos.
En el aspecto político, el nombramiento de Suleiman, un participante fundamental en las relaciones de Egipto con su aliado clave EEUU, y la designación de otro militar, Ahmed Shafiq, como primer ministro, complació a algunos egipcios.
Sin embrago otros piensan que: "El es igual a Mubarak, no hay ningún cambio", dijo un manifestante es más "el último vicepresidente fue el mismo Mubarak, antes de reemplazar al asesinado Anwar Sadat en 1981".