Quito, 30 de septiembre .- Cerca de mil policías se insubordinaron hoy en Ecuador, tomaron el Regimiento Quito, el mayor de la capital y agredieron al presidente Rafael Correa, quien definió la situación como ‘un intento de golpe de Estado‘ producto de una ‘conspiración de la oposición‘, por lo que el gobierno declaró el estado de sitio.
El enfrentamiento surgió por la aprobación ayer de la Ley de Servicio Civil que elimina bonificaciones y condecoraciones a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas, argumento que fue desetimado por el mandatario.
El amotinamiento, que se extendió a otras dependencias policiales en el país, derivó en caos en la capital ecuatoriana, por lo que bancos y comercios cerraron sus puertas ante eventuales saqueos, mientras se suspendieron los vuelos locales e internacionales y las clases en las escuelas.
El Poder Ejecutivo declaró el estado de sitio en todo el territorio por el término de una semana, y delegó el control de la seguridad en las Fuerzas Armadas.
La cúpula militar manifestó a primera hora de la tarde su subordinación al Presidente, pero medios locales informaron que algunos militares de tropa se sumaron a la acción de insubordinación de la policía, informaron las agencias noticiosas ANSA y DPA.
En tanto, el ministro de Defensa, Javier Ponce, confirmó lo que en principio era una versión: unos 150 miembros de la Fuerza Aérea, mantienen tomada la pista del aeropuerto de Quito.
La Corte Nacional de Justicia, Asamblea Nacional, Consejo de Participación Ciudadana, Tribunal Contencioso Electoral, Fiscalía, Contraloría y Procuraduría, principales instituciones democráticas de Ecuador, manifestaron su apoyo al presidente y llamaron a los policías insubordinados a ‘deponer actitudes‘ a través del diálogo por los ‘canales democráticos‘.
Poco después de ser informado del motín, Correa acudió al Regimiento Quito para intentar dialogar con los sediciosos pero fue agredido por los policías con gases lacrimógenos apuntados directamente hacia él, según relató el propio mandatario, desde el hospital policial, hacia donde fue trasladado luego del ataque.
Antes, desde una ventana del Regimiento, Correa se quitó la corbata y se abrió la camisa para mostrar que no llevaba protección antibalas, y dijo que no dará marcha atrás en la ley de servicio público.
El jefe de Estado recibió baldazos de agua al tratar de retirarse del Regimiento, en medio de la turba, y fue empujado al tratar de abrirse paso, al tiempo que su escolta disparó bombas lacrimógenas para facilitar la evacuación presidencial.
Ya desde el hospital, el mandatario declaró a una radio local que la actitud de la policía ‘va más allá de un simple reclamo‘, y atribuyó la rebelión a ‘un intento de golpe de Estado de la oposición‘, producto de ‘una conspiración que se viene preparando desde hace tiempo‘.
‘No vamos a permitir que se quebrante el proceso democrático‘, advirtió el jefe de Estado, quien rechazó el argumento del recorte salarial que enarbolan los amotinados.
‘Los sueldos de la policía estaban entre 300 y 400 dólares, y ahora están entre 1.200 y 1.500 dólares‘ y las condecoraciones, que es lo que el gobierno recortó, ‘además de un honor, suponen un sueldito más‘, explicó el mandatario en estas declaraciones, que fueron retransmitidas por la cadena de televisión CNN.
Por último, hizo un llamado a la calma a toda la ciudadanía, y pidió que ‘respeten por favor a la policía‘, para poder superar el conflicto rápidamente‘.
Por otra parte, el policía Florencio Ruiz, acompañado por generales de la Policía de Ecuador, habló desde el Regimiento Quito, y llamó a sus compañeros a deponer actitudes confiando ‘en la sensibilidad del señor presidente‘.
Ruiz aclaró que la acción de los policías no es política ni contra Correa o su gobierno y advirtió que ‘hay partidos que se podrían aprovechar de ella‘.
Acto seguido leyó un petitorio en el que consta que se mantengan bonificaciones y condecoraciones eliminadas este martes y pidió a sus compañeros que se concentren en sus comandos provinciales y que retornen a sus tareas de resguardo para evitar ‘que se pueda dar un baño de sangre‘.
La crisis motivó convocatoria a reunión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos para esta tarde, y la solidaridad y apoyo al Presidente de la Unasur y de toda la región de manera individual por los colegas del mandatario ecuatoriano.
La situación no era clara al promediar la tarde, cuando el Ricardo Patiño, anunció desde un balcón de la Casa de Gobierno que hay ‘personas‘ que están intentando ingresar por los techos del Hospital Policial ‘para agredir al presidente Rafael Correa‘, y convocó a los presentes a ‘ir juntos a rescatarlo‘.
Patiño habló ante una multitud que se congregó frente al Palacio Carondelet (sede del gobierno) para respaldar al presidente Correa ante el amotinamiento de la policía
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