Una sustancia extraída de un árbol muy común en algunos países suramericanos ha demostrado ser eficaz para tratar las lesiones provocadas por el veneno de serpientes, en experimentos realizados por investigadores brasileños en animales. El producto fue extraído de la corteza del Ipé amarillo (Tabebuia aurea), un árbol de hasta 15 metros que, con sus vistosas flores, tiñe de amarillo los paisajes de la sabana brasileña, del Pantanal y de algunas regiones de Bolivia, Guayana, norte de Argentina, Perú y Paraguay, donde se conoce como Tajy o Lapacho amarillo. Probada en ratones en el laboratorio, la sustancia se mostró muy eficaz para reducir la inflamación provocada por la mordedura de las serpientes, contener la hemorragia, minimizar el edema y disminuir la toxicidad del veneno. "Conseguimos identificar y aislar la sustancia responsable por esos efectos y ya la patentamos", dijo a EFE la farmacéutica Mónica Kadri.