Estados Unidos, 14 de diciembre.-El centro médico St. Jude es uno de los primeros hospitales en los EEUU en implementar un sistema de cámaras que facilita a los padres poder ver a sus hijos recién nacidos a través de una ventana virtual desde un smartphone.

El hospital asigna una cámara a cada bebé, que solamente se apaga durante los tratamientos médicos, las rondas o por criterio de un médico o de una enfermera.

El sistema permite que los progenitores que viven lejos del sanatorio puedan estar cerca de ellos. Los padres tienen la opción de compartir la contraseña con sus familiares o amigos.

La efectividad del programa despertó el interés de otras clínicas, que evalúan su implementación.

No obstante, el servicio no es económico. Cada videocámara cuesta alrededor de US$ 1.000, además de la cuota anual de servicio, que cubre el soporte técnico y otros gastos.