Las casas de los tres pilotos, detenidos en España con 944 kilos de cocaína, fueron allanadas ayer por orden de la Justicia argentina, en el marco de una causa en la que se pretende establecer si la droga fue embarcada en el país, tal como presumen los investigadores españoles.

Fuentes judiciales confirmaron que los allanamientos fueron realizados por personal de Gendarmería Nacional por orden del juez en lo Penal Económico 4, Alejandro Catania, en las casas particulares de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, y de Gastón Miret, los tres pilotos que viajaban en el avión de Medical Jet en el que se encontró la droga.

Los procedimientos se concretaron en las localidades de San Isidro y Acassuso, donde viven los hermanos Juliá, y en Victoria, partido de San Fernando, donde se domicilia Miret con su familia.

Además, fueron allanadas tres oficinas pertenecientes a la empresa Medical Jet y a otras compañías tercerizadas, dos de las cuales están ubicadas en la calle Cerrito 1050 y en Hipólito Irigoyen 785, ambas de la Capital Federal.

Según las fuentes judiciales, en los procedimientos se secuestró gran cantidad de documentación y una CPU con datos de importancia para la causa.

Los pesquisas ahora intentarán analizar la documentación para intentar establecer si los 944 kilos de cocaína fueron cargados en el país, y si pudieron haber existido otros viajes sospechosos de la misma empresa a España.

El expediente a cargo del juez Catania se inició el jueves pasado cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) presentó una denuncia penal a raíz de los hechos sucedidos en el Aeropuerto El Prat, de Barcelona, el 2 de enero pasado.

El lunes, la PSA amplió esa denuncia y adjuntó documentación, a partir de la cual solicitó que se lleven a cabo nuevas medidas, entre ellas, los allanamientos y un pedido de informe oficial vía exhorto a España y a Cabo Verde, en África, última escala realizada por el Challenger 604 que tripulaban los hermanos Juliá y Miret.

De acuerdo con la investigación, el avión había estado estacionado en un hangar del aeropuerto de Morón y desde allí partió al Aeropuerto Internacional de Ezeiza el 1 de enero de este año.

Según el plan de vuelo, el Challenger 604 despegó desde esa aeroestación cerca de las 21 del 1 de enero y aterrizó al día siguiente en Isla de Sal, en Cabo Verde, frente a las costas de África, donde se abasteció de combustible y continuó viaje hasta Barcelona.

En tanto, en Barcelona, el abogado Santiago Giménez Olavarriaga, defensor de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, presentó el martes un recurso contra la decisión del titular del juzgado de instrucción número 2 de El Prat de dictar la prisión provisional de los sospechosos.

Los detenidos, acusados de un delito contra la salud pública por el tráfico de estupefacientes, podrían ser condenados a penas de entre 6 y 12 años de prisión en España.