Conmoción. Los alrededores de la escuela de Policía parecía zona de guerra. Hubo daños en edificios linderos y fuerte despliegue de ambulancias.

Un atentado terrorista perpetrado por un suicida al mando de una camioneta cargada con 80 kilos de explosivos dejó ayer al menos 10 muertos y 65 heridos en la escuela de Policía de Bogotá, la principal del país, en uno de los más graves ataques reportados en Colombia desde el acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, en 2016.

Pasadas las 9.30 hora local, la camioneta, del año 1993 y cargada con el explosivo pentolita, ingresó en la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander y segundos después voló por los aires.

Las autoridades de Colombia identificaron con velocidad al autor del ataque como José Aldemar Rojas Rodríguez, pero no aclararon si el hombre tenía vínculos conocidos con algunas organizaciones guerrilleras. Tampoco ningún grupo se adjudicó el atentado.

"Todos los colombianos rechazamos el terrorismo y estamos unidos para enfrentarlo. Colombia se entristece pero no se doblega ante la violencia", escribió en Twitter el presidente Iván Duque, quien al enterarse de la noticia canceló una reunión sobre seguridad y se dirigió hacia el escenario del atentado. Allí informó que el autor del atentado estaba "plenamente identificado" y enseguida el fiscal general Néstor Humberto Martínez hizo público el nombre de Rojas Rodríguez, a quien fuentes oficiales dieron por muerto en el ataque.

Según la reconstrucción basada en fuentes de la investigación, Rodríguez Rojas llegó al mando de una camioneta hasta la puerta de la escuela donde un perro de la guardia detectó peligro de explosivos. Al verse descubierto el hombre aceleró el vehículo, arrolló a un agente. Enseguida otros policías corrieron detrás de la camioneta pero esta se estrelló contra un alojamiento femenino de la escuela y se produjo la detonación, de tal magnitud que partió árboles por la mitad y dejó una escena dantesca, con restos humanos esparcidos por el piso. Varios edificios de los alrededores de la escuela fueron dañados por la explosión.

Las víctimas fatales son estudiantes de la escuela, incluida la cadete ecuatoriana Erika Chicó, el atleta colombiano Cristian Maquilón y los agentes que perseguían a la camioneta. La presencia de los cadetes extranjeros en la escuela se debe a que miembros de las fuerzas de seguridad de distintos países latinoamericanos reciben instrucción allí.

Colombia es el país con mayor número de atentados terroristas en América latina pero no se conocen antecedentes de ataques perpetrados por suicidas. Por eso, investigan si los explosivos fueron activados a través de un teléfono celular a distancia o si el conductor utilizó un temporizador.

Poco se sabe del atacante

La cara de la muerte. El atacante: José Aldemar Rojas Rodríguez

Sobre el autor del ataque, las autoridades sólo informaron que su última actividad registrada fue una revisión técnica y mecánica del vehículo utilizado ayer, en julio de 2018 en Arauca, que forma parte del selvático departamento homónimo, fronterizo con Venezuela. Allí, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) tiene uno de sus bastiones y donde también hay disidentes de las FARC.