Buenos Aires, 8 de junio.- La revocatoria de la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos (OEA) "constituye un desacato incuestionable" a la política de Estados Unidos contra la isla, afirmó hoy el gobierno de Raúl Castro en una declaración difundida por el diario Granma.
El texto manifiesta que los gobiernos de la región "sabrán comprender" la negativa cubana a regresar al organismo, pero al mismo tiempo celebra la decisión y la considera un "desacato" a los lineamientos de la política exterior de EEUU.
"Se propina así al imperialismo una derrota utilizando su propio instrumento", afirmó la declaración, que "ratifica una vez más que no regresará a la OEA", de la que había sido expulsada en 1962.
"A pesar del consenso alcanzado en el último minuto, esa decisión se adopta en contra de la voluntad de Washington y frente a las intensas gestiones y presiones ejercidas sobre los Gobiernos de la región", declaró.
La decisión adoptada en la 39 Asamblea General de la OEA "persigue el propósito de reparar una injusticia histórica y constituye una reivindicación al pueblo de Cuba y a los pueblos de América", añadió el texto, que reprodujo ANSA.
Insistió que la decisión de la última asamblea de la EOA "es fruto de la voluntad de gobiernos más comprometidos con sus pueblos, con los problemas reales de la región y con un sentido de independencia que desafortunadamente no prevalecía en 1962".
"Cuba reconoce el mérito de los gobiernos que se han empeñado en borrar formalmente aquella resolución a la que en esta reunión se le denominó ’un cadáver insepulto’", agregó.
Cuba "agradece a los gobiernos que, con espíritu de solidaridad, independencia y justicia, han defendido el derecho de Cuba a regresar a la Organización" y "comprende el deseo de librar a la OEA de un estigma que había perdurado como símbolo del servilismo de la institución".
La OEA, señaló el gobierno cubano al ratificar que no regresará a ese organismo, es "una Organización con un papel y una trayectoria que Cuba repudia" y que ha desempeñado desde 1959 "un activo papel a favor de la política de hostilidad de Washington contra Cuba".
Cuba "comparte valores que son contrarios a los del capitalismo neoliberal y egoísta que promueve la OEA y se siente con el derecho y la autoridad para decir no a la idea de incorporarse a un organismo en el que todavía los Estados Unidos ejercen un control opresivo".
Tanto Fidel como Raúl Castro han afirmado en reiteradas ocasiones su negativa a regresar a la OEA, a la que el primero consideró en artículos recientes una "desvergonzada" y "podrida" institución, y la acusó de ser "cómplice" de los crímenes cometidos contra Cuba.
El presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, reiteró la posición de Cuba el pasado jueves luego de la decisión de la OEA.