Cada vez que llega el verano, los residentes de una hermosa zona de los Alpes suizos salen a cubrir con una enorme sábana el querido glaciar de Rhone.

La intención es que la manta refleje los rayos solares y reduzca la velocidad de derretimiento de los hielos que está haciendo desaparecer poco a poco el glaciar. Puede parecer una broma o un sinsentido, pero el glaciólogo David Volken le ha dicho a la Agencia France Press que las sábanas pueden reducir el derretimiento estacional hasta un 70 por ciento.

El glaciar Rhone, un popular destino turístico, se ha encogido en unos 350 metros de tamaño desde mediados del siglo XIX. Unos 30 metros los perdió en los últimos diez años.

Las ideas para reducir los efectos del calentamiento global sobre los glaciares no se limitan a estas sábanas (que también se han probado en glaciares de Italia y Alemania). Un grupo de investigadores de la Universidad de Utrech ha sugerido utilizar máquinas de nieve artificial para cubrir otros glaciares suizos durante el verano y ayudar a reflejar la luz solar.

Aunque las sábanas que se vienen colocando en los últimos años ayudaron a reducir la velocidad de derretimiento y que las cavernas de hielo puedan ser visitadas durante el verano, son paliativos temporales. Se espera que en la próxima década el glaciar pierda la mitad de su volumen actual en un camino que parece no tener retorno.