Decenas de ataúdes aparecieron este lunes flotando en el mar de Liguria, Italia, luego de que la parcela del histórico cementerio de Camogli se viniera abajo. El derrumbe se produjo por la erosión del terreno, ubicado en un acantilado en la ciudad de Génova.

Este lunes por la mañana, residentes y turistas amanecieron asombrados por la postal: decenas de ataúdes flotando en el mar. Inmediatamente, dieron aviso a las autoridades municipales, quienes enviaron un equipo de buzos y varias embarcaciones de la guardia costera y los bomberos.

El objetivo del operativo era recuperar los féretros y llevarlos a puerto. Sin embargo, en algunos casos esto se tornó imposible, quedando encajados entre el acantilado y la tierra acumulada.

El cementerio de Camogli se encuentra ubicado sobre la línea costera de Génova, a unos 50 metros sobre el nivel del mar. El derrumbe también destruyó y arrastró al mar dos capillas con sepulturas en su interior.

El motivo del derrumbe del cementerio

Según informó Tino Revello, asesor de Obras Públicas de la ciudad, en diálogo con la agencia de noticias ANSA, la zona estaba en observación desde hacía tiempo. Esto dado que el terreno se encontraba inestable, por lo que se venían desarrollando trabajos para evitar un derrumbe.

“El área fue cerrada en los últimos días porque se habían oído raros crujidos. Desde hace un tiempo veníamos trabajando para prevenir un derrumbe, pero finalmente fue algo inevitable. Por suerte no hubo heridos”, manifestó.

Giacomo Giampedrone, secretario de Protección Civil de la región, brindó más detalles de cómo se está trabajando en el lugar. “Hay un frente de deslizamiento de tierra que estamos analizando, para entender si continúa el peligro en la zona. Además de recuperar los ataúdes, esto es lo más importante que debemos hacer”, dijo.

Por último, recomendó cerrar el lugar hasta que se realice una evaluación exhaustiva de todo el territorio. “Creemos que el área debe permanecer así por precaución. El camino está en buenas condiciones, pero no podemos arriesgarnos”, concluyó.

El asombro también quedó marcado en la mirada de los trabajadores del cementerio. Los encargados, que se encontraban restaurando algunos panteones, presenciaron el derrumbe en vivo y en directo, grabándolo con sus teléfonos móviles y compartiendo esas imágenes en las redes sociales, donde se volvieron virales.

Algunos empleados narran cómo el suelo empezó a vibrar y, acto seguido, parte del cementerio empezó a agrietarse y desapareció frente a sus propios ojos.

Ahora tocará rescatar la mayor cantidad de ataúdes del mar, algo que lleva adelante la Guardia Costera, y empezar la reubicación de los mismos. Previo a eso, se deberá evaluar el estado del terreno para ver si se puede operar con seguridad.