Beirut, 1 de junio.- Un niño sirio que según
activistas fue torturado y asesinado por las fuerzas de
seguridad se ha convertido en un poderoso símbolo de las
protestas contra el Gobierno del presidente Bashar al-Assad,
que ha respondido con una sangrienta represión.

Una fotografía del Hamza al-Khatib, de 13 años, apareció en
los carteles de los manifestantes de toda Siria después que un
video de su cadáver ensangrentado colgado en YouTube provocó la
indignación internacional.

Las autoridades sirias niegan que fuera torturado y dicen
que murió en una manifestación en la que pandillas armadas
dispararon a guardias.

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton,
dijo que estaba ‘muy preocupada‘ por el caso de Khatib.
‘Creo que lo que esto simboliza para muchos sirios es el
colapso total de cualquier esfuerzo del Gobierno sirio por
trabajar y escuchar a su propio pueblo‘, dijo Clinton en una
rueda de prensa. ‘Sólo puedo esperar que este niño no haya
muerto en vano‘.

Khatib, al igual que el vendedor Mohamed Bouazizi que se
prendió fuego en Túnez o Neda Agha Soltan cuyos últimos
momentos de vida fueron filmados y distribuidos en Irán, se han
convertido en un potente símbolo para los manifestantes que
exigen más libertad.

Algunos funcionarios de derechos humanos creen que el caso
inyectará nueva vida al movimiento de protesta.

El video muestra el cuerpo hinchado de un niño, con heridas
de bala en sus brazos, abdomen y pecho y moretones en la cara y
las piernas. Dos hombres que parecen ser médicos forenses luego
dicen que el pene de Khatib fue cortado. Esa imagen fue
pixelada.

‘Mira las reformas que ha pedido el traicionero de Bashar‘,
dice uno de los examinadores en el video, aparentemente filmado
el 25 de mayo.

Un portavoz estadounidense describió al tratamiento dado al
niño como ‘horroroso‘ y ‘terrible‘.

Khatib desapareció durante una protesta el 29 de abril y su
cuerpo fue devuelto a su familia cerca de un mes después.
‘Los levantamientos necesitan símbolos… Estos casos
individuales son sintomáticos y representan cientos de otros
casos que pueden no ser reportados pero son igual de
horrendos‘, dijo el investigado de Human Rights Watch (HRW)
para Siria y Líbano, Nadim Houry.

‘Lo más importante es que esto es parte de un patrón más
amplio de tortura que muestra lo sistemática que ha sido la
tortura de las personas detenidas en (la ciudad de) Derá,
incluyendo a niños. Hace sonar la alarma de que hay aún cientos
de personas, si no más, cuyo destino es aún desconocido‘,
añadió Houry.

Grupos de derechos dicen que más de 10.000 personas han
sido arrestadas en 10 semanas de protestas en muchas partes de
Siria.

Unos 1.00 civiles han muerto en los disturbios, que
llevaron a Estados Unidos y la Unión Europea a imponer
sanciones contra Assad.