Benedicto XVI pisó ayer por segunda vez África, en esta ocasión Benin. En el encuentro con los periodistas a bordo del avión que lo trasladó a Cotonú, la capital de Benin, el Papa expresó ayer su preocupación por el auge de las iglesias evangélicas y pentecostales en América Latina y África.

El pontífice afirmó que frente a ese desafío la Iglesia católica tiene que ofrecer un mensaje sencillo simple, profundo y comprensible. Según Benedicto XVI, las iglesias evangélicas y pentecostales están creciendo porque exponen un mensaje aparentemente comprensivo y una liturgia participativa que, en realidad, es una ‘combinación del sincretismo de religiones‘.

‘Eso les garantiza un éxito pero también les implica poca estabilidad‘, subrayó el Papa. El Obispo de Roma agregó que muchas veces esos fieles se pasan de nuevo a la Iglesia católica o a otras Iglesias pentecostales.

En Benin, exhortó a los africanos a no temer a la modernidad, pero les advirtió de que no caigan en la ‘sumisión incondicional a las fuerzas del mercado‘. Acogido por miles de benineses vestidos, sobre todo las mujeres, con los trajes típicos, que le cantaron y vitorearon, el Papa, de 84 años, llegó ayer a Cotonú, desafiando el fuerte calor.

Contento por estar de nuevo en África, tras el viaje que realizó en 2009 a Camerún y Angola, el Papa expresó ante el presidente de Benin, Thomas Boni Yayi, el ‘afecto‘ que nutre por África, continente al que llama ‘inmenso pulmón espiritual del mundo‘.