Buenos Aires, 28 de marzo.- Los últimos datos sobre la situación atómica en Japón, en relación al plutonio en el suelo de la central, hace que vuelvan a elevar el nivel de alarma en el país asiático.

Según detallan las fuentes, la fuga procede del reactor tres, el único que funciona con una mezcla de uranio y plutonio (todos los demás solo con uranio). El plutonio es más difícil de manejar y más peligroso.

La empresa había detectado agua con un elevado nivel de radiactividad superior a 1.000 milisievert en el exterior del edificio de contención y de la turbina del reactor 2, según un vocero de la compañía, Tokyo Electric Company (Tepco).

Una exposición a 100 milisievert por año es el umbral a partir del cual es evidente el incremento del riesgo de sufrir cáncer. La cifra de hoy supera al pico que se registró ayer en el nivel de radiación detectado en la central, la más alta desde que las instalaciones quedaran dañadas tras el terremoto y el tsunami del 11 de marzo.

El Gobierno considera que el reactor 2 podría haber sufrido una fusión parcial del núcleo, después de que el terremoto y el tsunami averiara el sistema de refrigeración de los reactores de la central. El Ejecutivo ha acordado un recorte del 14% del sueldo de los parlamentarios para contribuir a los trabajos de reconstrucción tras la catástrofe.

La compañía aseguró ayer que detectó un nivel de radiación de 1.000 milisievert por hora (100.000 veces por encima de la radiación habitual), y todo indica que procede de una fuga de agua del segundo reactor. Ante los altísimos índices de radiactividad, los trabajadores que desde hace dos semanas luchan para estabilizar el reactor tuvieron que evacuar las instalaciones.

"Es un valor muy elevado", afirmó Hidehiko Nishiyama, vocero de la agencia de seguridad nuclear de Japón, quien añadió que había una "alta probabilidad" de que el agua contaminada proviniera de una fuga en el segundo de los seis reactores que tiene la central.

Existe la posibilidad de que las vasijas de las barras de combustible usado o el sistema de tuberías estén dañados. Algunos expertos extranjeros afirman que estos niveles de radiactividad en el agua indican que el núcleo del reactor se ha fundido en parte.

Con este panorama, la OIEA anunció para finales de junio, en Viena, una conferencia internacional al máximo nivel sobre seguridad nuclear, que tendrá un carácter político, ya que este asunto es tan grave que no puede ser tratado "sólo por expertos y técnicos", señaló su director general, Yukiya Amano.