La Corte Suprema de los EEUU inició ayer la asamblea de magistrados y definiría hoy si acepta intervenir en el juicio entre la Argentina y los fondos buitres, que cuenta con fallos a favor de los acreedores en un tribunal de primera instancia y en la Corte de Apelaciones de Nueva York.

La reunión en la que el máximo cuerpo de los EEUU analiza los casos que aceptará debatir durante su próximo período judicial se extenderá un día más y se espera que tras el cierre de las deliberaciones se difunda su decisión. De acuerdo con la situación judicial hoy existen una serie de escenarios posibles: por un lado, que la Corte Suprema decida esperar para pronunciarse a que llegue a sus manos el segundo tramo de la causa con lo cual la resolución podría estirarse hasta final de 2014. Un escalón intermedio sería que la Corte Suprema despache nuevos requerimientos de información y demore unos meses su definición y una tercera posibilidad sería el rechazo a tomar el caso. En cualquiera de las primeras instancias mantendría vigencia el ‘stay‘ (medida cautelar) que frena posibles órdenes de embargo y permite que el país continúe realizando sus pagos de deuda en forma regular. Si la Corte Suprema se pronunciara por desechar la apelación argentina, el país correría el riesgo de caer en lo que se denomina ‘default técnico‘, o sea, con voluntad de pago, pero con los canales financieros para hacerlo bloqueados.

La causa que llegó a la Corte Suprema de los EEUU es la vinculada a la cláusula de pari passu (igualdad en el tratamiento de los acreedores) y por lo tanto aún no está en discusión el pago de 1.330 millones de dólares a los holdouts que ordenó Griesa. Tanto Griesa como la Corte de Apelaciones fallaron en contra de la Argentina y señalaron que el país incumplió el pari passu y por ende debe pagar el total de las acreencias en manos de los demandantes.

El juicio contra los holdouts tiene una segunda etapa que es la referida al monto y la forma de pago (1.330 millones de dólares, en efectivo y en un solo pago), tramo que aún no tiene sentencia definitiva de la Cámara de Apelaciones y por eso aún no se elevó a la Corte Suprema. Para lograr la adhesión del tribunal estadounidenses, el Gobierno nacional apuró la sanción de una ley que suspendió la vigencia de la Ley Cerrojo y reabrió el canje de deuda sin fecha de cierre. De esta forma se pretende mostrar a los magistrados que la Argentina tiene intenciones de pagar sus deuda, pero bajo las mismas condiciones de las reestructuraciones realizadas en 2005 y 2010.

Fuentes: DyN