Brasil, 1 de enero.- En su discurso de asunción, la presidenta Dilma Rousseff afirmó que "la lucha más obstinada" de su gobierno será "la erradicación de la pobreza extrema", tarea para lo cual pidió el apoyo de todos los partidos y de todas las instituciones y sectores del país.

Al hablar ante el plenario de la Asamblea Legislativa, la mandataria afirmó que junto a la erradicación de la pobreza, la prioridad de su gobierno será "la lucha por la calidad de la educación, la salud y la seguridad".

"No voy a descansar mientras haya brasileños sin comida en la mesa, familias en las calles, niños pobres abandonados a su propia suerte", dijo Rousseff esta tarde, luego de destacar los logros y la figura del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien hoy culminó ocho años de gobierno.

La mandataria -una socióloga de 63 años- prestó juramento en el recinto del Senado Federal, al que llegó acompañada por su hija Paula y por su vicepresidente Michel Temer, ante la presencia de legisladores, funcionarios y mandatarios y representantes de todo el mundo.