Cerca de un centenar de palestinos y 13 soldados israelíes murieron ayer en la jornada más sangrienta de la actual ofensiva de Israel contra la Franja de Gaza, que podría convertirse en un punto de inflexión para acabar con una guerra que ya ha segado la vida de más de 430 personas, en su mayoría civiles gazatíes.
La mayor masacre hasta el momento se produjo en el barrio de Shahaiya, donde más de sesenta personas murieron en un intenso bombardeo de más de diez horas de la aviación, la Marina de guerra y la artillería y los carros de combate israelíes.
Según fuentes castrenses, las tropas fueron objeto, de madrugada, de una emboscada tendida por los milicianos islamistas en este populoso y depauperado distrito del este de Gaza, donde perdieron la vida trece soldados, entre ellos dos comandantes de unidad.
La información fue anunciada y confirmada oficialmente horas después por el Ejército israelí, una vez que como exige el protocolo militar, fueran informadas las familias. Y supone uno de los golpes más duros a las Fuerzas Armadas israelíes en Gaza, ya que un solo día han muerto el mismo número de soldados israelíes que en toda la operación ‘Pilar Defensivo‘, en 2012.
Con ellos, asciende a 18 la cifra de uniformados israelíes que han muerto en combate durante esta tercera ofensiva contra el movimiento islamista Hamás desde que este se hiciera con el control de la franja, en junio de 2007.
La de ayer fue la mayor matanza hasta ahora desde el inicio de la invasión terrestre israelí, el jueves pasado. Israel dice que lanzó su operación terrestre para destruir arsenales de Hamás, su sistema de túneles subterráneos que cruzan la frontera hacia suelo israelí y reducir su capacidad de lanzar cohetes contra ciudades de Israel.
Expertos militares en Israel explicaron ayer que al menos una parte de los uniformados fueron víctimas de un moderno cohete antitanque disparado contra el vehículo blindado posicionado entre el barrio y la frontera. Después de la supuesta emboscada, cazabombarderos, helicópteros artillados, tanques y buques de guerra multiplicaron el castigo sobre las míseras calles del enclave, que ayer eran la dramática imagen de la desolación.
Ya a primera hora de la mañana, con las luces tenues del alba, los que huían salpicados de polvo, sangre y desesperación narraban entre lágrimas y gritos un infierno que en principio era difícil de creer.
Cientos de casas destruidas, ambulancias y coches reducidos a amasijos retorcidos y carbonizados, árboles tronchados y decenas de cadáveres tirados por unas calles en las que una vez transcurrió la vida y que ayer eran un mar de cascotes y muerte.
En un comunicado, la Cancillería argentina condenó ‘de manera enérgica‘ la violencia desplegada en la Franja de Gaza e Israel e hizo un llamamiento para que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas recupere su ‘rol decisivo‘ para ‘evitar los conflictos militares‘. Por su lado, el brazo armado del movimiento islamista palestino Hamás afirmó que ayer capturó a un soldado israelí durante combates en la Franja de Gaza. Fuentes: Agencias