El papa Benedicto XVI aceptó la dimisión del obispo irlandés James Moriarty por su implicación en los casos de curas pederastas en ese país, informó ayer el Vaticano. En tanto que en Alemania, el obispo de Augsburgo, Walter Mixa también presentó su renuncia al Pontífice tras admitir que cuando era párroco en una pequeña localidad alemana maltrató sistemáticamente a los niños de una residencia infantil, a los que castigaba físicamente.
Moriarty, obispo de Kildare y Leighlin, presentó su renuncia el 23 de diciembre pasado, tras ser acusado expresamente en el informe "Murphy" de haber encubierto, cuando era prelado auxiliar de Dublín, los abusos sexuales y daños infligidos a menores por clérigos de la archidiócesis de la capital irlandesa.
La renuncia fue aceptada por Benedicto XVI en conformidad con el Código de Derecho Canónico.
Por otro lado, un portavoz del obispado de Augsburgo confirmó ayer que Walter Mixa puso sus cargos a disposición del Papa Benedicto XVI en una carta personal enviada al Vaticano luego de reconocer que cuando era párroco de Schrobenhausen, el la Alta Baviera, castigaba físicamente a los niños de una residencia infantil dependiente de la Iglesia Católica. Varios afectados han suscrito declaraciones juradas en las que acusan a Mixa de haber propinado palizas brutales a los menores.