Museos, parques nacionales, monumentos y oficinas públicas cerraron ayer en EEUU y 800.000 empleados estatales recibieron orden de quedarse en sus casas (hasta que haya nuevas partidas) luego de que la disputa entre demócratas y republicanos por el presupuesto forzara el primer cierre del Gobierno en 17 años.
Horas después de que la pelea por el presupuesto culminara con la temida paralización administrativa federal, los efectos se hicieron sentir, algunos de modo más visible, como el cierre de la Estatua de la Libertad (a donde se impide el acceso) y otros más silenciosos y críticos, como la suspensión de programas de asistencia a gente pobre. En tanto, se mantendrán servicios básicos como el correo y los guardias de prisiones, agentes de frontera y controladores aéreos continuarán trabajando sin recibir provisoriamente su sueldo, en tanto que los militares recibirán su paga ya que el Congreso aprobará una ley que les garantizará su remuneración.
Se desconoce aún cuánto tiempo podría durar la paralización, aunque los economistas advierten que la recuperación económica de EEUU podría verse severamente afectada si el cierre del Gobierno se extiende más allá que algunos pocos días. Además, una amenaza aún mayor acecha para las próximas semanas cuando el Congreso deba elevar el límite de endeudamiento o arriesgarse a que el país caiga en una moratoria de su deuda, lo que podría descarrilar a los mercados globales.
La oposición republicana había elaborado un plan según el cual se comprometía a apoyar una ampliación del límite de endeudamiento público a cambio de nuevos recortes en el gasto, centrados en la reforma sanitaria del Gobierno, a la que se conoce popularmente como Obamacare. La ley fue promulgada en 2010 y es el mayor logro político interno del mandatario desde que llegó al poder, en 2009. Cada uno de los intentos de los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, fue derrotado por la mayoría demócrata en el Senado, lo que dejó al gobierno en un limbo a la medianoche del lunes al iniciarse un nuevo año fiscal sin que el Congreso hubiera podido aprobar una ley de presupuesto.
Por su parte, en un discurso desde la Casa Blanca, Obama fustigó ayer duramente a los republicanos y los acusó de ‘mantener a toda la economía de rehén de demandas ideológicas‘. Fuente: Reuters, Télam.