La organización separatista vasca ETA declaró ayer un nuevo alto el fuego permanente, general y verificable internacionalmente, pero el Gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero consideró que el anuncio es insuficiente porque pretende poner precio al fin de la violencia.
La tregua es una expresión del "compromiso firme con un proceso de solución definitivo y con el final de la confrontación armada", aseguró ETA en su comunicado, reproducido en tres idiomas (euskera, español e inglés) y publicado por el diario vasco Gara a las 12 hora local (8 de Argentina).
Con el anuncio de ayer, ETA ha proclamado en doce ocasiones el cese de sus acciones violentas desde 1981, la última vez en marzo de 2006, que finalizó en diciembre del mismo año con un atentado con coche bomba en la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas, en el que murieron dos inmigrantes ecuatorianos y después de que el Gobierno aceptara abrir un proceso de diálogo.
El pasado 5 de septiembre, el grupo armado declaró un "cese de sus acciones armadas ofensivas", iniciativa que el gobierno español y todas las fuerzas políticas rechazaron con la misma palabra que hoy: "insuficiente".
Desde entonces se esperaba un nuevo comunicado de ETA, organización a la que el Ejecutivo socialista exigió el abandono definitivo de la violencia sin condiciones previas ni treguas, ya que Zapatero descartó volver a dialogar con los separatistas.
"El único comunicado que queremos leer todos los gobiernos de la democracia y partidos políticos es aquel en el que ETA declare el fin y lo haga de manera irreversible y definitiva. Pero es evidente que una vez más hoy no lo ha hecho", afirmó ayer el vicepresidente primero y ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba.
En la misma línea, el lehendakari (presidente de gobierno vasco) Patxi López, aseguró que la sociedad vasca espera que ETA "anuncie su final definitivo", por lo que "éste no es el comunicado esperado por nadie".
Sin embargo, indicó que ETA "empezó a asumir que su final es inevitable", y este alto el fuego, "aunque insuficiente, acerca más al final del terrorismo".
"El tiempo de las treguas condicionadas ha pasado, la sociedad vasca ya no se conforma con respiros bajo vigilancia, queremos respirar la libertad", subrayó.
Rubalcaba destacó en conferencia de prensa que de la lectura del comunicado "se desprende que nos encontramos ante una ETA con las mismas pretensiones de siempre, que tiene una visión distorsionada de la realidad y un catálogo de reivindicaciones que no abandona".
Según el máximo responsable de la lucha antiterrorista, ETA actúa "con la misma arrogancia, el mismo lenguaje y la misma escenografía".
"Es evidente que ETA quiere mantener su posición de tutela, de garante de una supuesta negociación, o lo que es lo mismo, sigue pretendiendo que el fin de la violencia tenga precio", apuntó tras difundirse también un video en el que tres encapuchados leen el comunicado sentados en una mesa y delante del anagrama del grupo separatista. Algunos políticos y analistas ven en el anuncio un paso oportunista en un momento de debilidad de la banda, que en el último año ha sufrido numerosas detenciones de dirigentes y activistas y que lleva 17 meses sin cometer un atentado en España.
También se liga el gesto a la proximidad de las elecciones locales que se celebrarán en España el próximo mayo y a las que no podrán concurrir Batasuna, el brazo político de ETA, y otras formaciones vascas de tendencia independentista ilegalizadas por la Justicia española por su vinculación con la banda armada.