Madrid, 9 de agosto .-La organización separatista vasca ETA reivindicó hoy los últimos atentados que provocaron la muerte a tres agentes de las fuerzas de seguridad españolas y aseguró que las ofensivas policiales para acabar con ella han demostrado ser "estériles”.
"Lo único que se ha demostrado frustrado y estéril en estas
últimas semanas, como en los últimos años, es la estrategia
represiva y las vías policiales», afirmó ETA en un comunicado
publicado por los diarios vascos "Gara” y "Berria”.
La organización separatista se respondió de esta forma a las
afirmaciones del ministro del Interior español, Alfredo Pérez
Rubalcaba, quien calificó de "fallido” el atentado con coche bomba contra la casa cuartel de Burgos el pasado 29 de junio, que dejó 66 heridos pero pudo provocar una matanza.
Como prueba de su afirmación, ETA subraya que la furgoneta que hizo explotar en Burgos "estuvo estacionada durante medio día y cargada de explosivos en el parking del cuartel más grande que tiene la Guardia Civil en las inmediaciones de Euskal Herria”.
"Pese a ser el vehículo que todas las policías han estado
buscando y que ha aparecido en la prensa en los últimos tres
meses”, destacó.
Además del atentado de Burgos, ETA reivindica el asesinato del
inspector de policía Eduardo Puelles en Arrigorriaga el 19 de
junio, la explosión ante la sede de los socialista vascos en
Durango, el 10 de julio, y la bomba lapa que mató a dos guardias civiles el 30 de julio en Mallorca.
La organización armada hace especial hincapié en la figura del inspector Puelles, a quien define como "jefe de las operaciones policiales contra muchos militantes abertzales de izquierda y jóvenes independentistas durante la última década.
Para ETA, Puelles era "un eslabón de la imposición de la
represión y de España”.
"A veces como torturador más instruido y despreciable de
comisaría y otras veces en el papel de policía bueno, era
responsable también de las presiones a militantes independentistas en la calle para colaborar, a través de amenazas”, apuntan.
Finalmente, ETA remarca que no quiere imponer ningún proyecto, como repiten los mandatarios españoles, sino que está buscando "una solución política y dialogada” que haga posible "todos los proyectos políticos de manera democrática”.
No obstante, la organización separatista dice que seguirá
luchando para poner fin a la "opresión” en Euskal Herria.
