En plena crisis económica y epidemiológica y en un clima de tranquilidad, los ecuatorianos votaron hoy en un balotaje presidencial reñido entre Andrés Arauz y Guillermo Lasso, una contienda entre el correismo y la derecha conservadora, en la que ambos se declararon ganadores, aunque el exbanquero se mantenía primero en el escrutinio parcial.

Con más del 92% escrutado, Lasso se imponía con un 52,70% de los votos frente a un 47,30% de Arauz, según el portal del Consejo Nacional Electoral (CNE). Hasta ahora, las actas observadas se mantenía en apenas un poco más del 4%, una cifra más pequeña que en la primera vuelta.

Pese a las cifras del escrutinio, desde la campaña de Arauz se mantenían confiados en dar vuelta el resultado.

"Probablemente (el resultado) va a ser más apretado de lo que esperábamos, pero fue una campaña muy difícil. Ha sido una campaña muy muy desigual y frente a esa campaña tan brutal en nuestra contra, la de hoy será una doble victoria", pronosticó Guillaume Long, vocero de la campaña de candidato correista y ganador de la primera vuelta presidencial, en diálogo telefónico con Télam.

Tanto las campañas como los observadores electorales reconocieron que el resultado final será ajustado, por eso, cada avance del escrutinio -como antes la publicación de dos sondeos de boca de urna con resultados contradictorios- provocaban una lluvia de festejos de uno y otro lado, que tensaban aún más el clima político en Quito, donde espera la definición Arauz, y en Guayaquil, donde lo hace Lasso.

"¡Gracias Ecuador! Esta es una victoria del pueblo ecuatoriano. Les pido a nuestros delegados mantenerse vigilantes para cuidar cada uno de nuestros votos. Nadie va a detener el curso de la historia", tuiteó el economista de 36 años tras un boca de urna a su favor y, poco después y desde el escenario de su bunker electoral, se mostró eufórico, felicitó a todos sus seguidores y pidió que se mantengan "vigilantes para defender la victoria".

"Tenemos que defender nuestra victoria, nuestro derecho al futuro, nuestro derecho al trabajo", pidió el candidato, según mostró el canal de noticias Telesur.

Unos minutos más tarde, cuando el escrutinio oficial avanzaba a su favor, su rival también se declaró ganador.

"¡Juntos lo estamos logrando! Gracias Ecuador por demostrar su apoyo en las urnas. Como corresponde, vamos a esperar los resultados oficiales. Estamos positivos y con la fe en alto. Juntos Lo Estamos Logrando", tuiteó el exbanquero y tres veces candidato de la derecha ecuatoriana.

Mientras la campaña de este último se prepara para festejar y el correismo no da por perdida la elección, al menos uno de los grandes temores de la campaña quedó desterrado: la votación no provocó concentraciones de personas y posibles contagios masivos y ninguna de las dos partes denunciaron irregularidades importantes.

"La jornada fue más bien tranquila, mucho más que la primera vuelta porque se modificaron protocolos, como que la gente pueda entrar y hacer fila dentro de los establecimientos. Eso aflojó mucho las largas colas que hubo antes. Hubo una alta participación aunque aún no conocemos la cifra final y la verdad se vio mucha gente votando", contó a Télam la coordinadora del equipo de observación electoral de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), la argentina Dolores Gandulfo.

Quien finalmente venza tomará las riendas de este país de 17,4 millones de habitantes a partir del 24 de mayo en reemplazo del impopular Lenín Moreno, quien se va del cargo acosado por las críticas al manejo del coronavirus y su efecto económico.

En 2020 la dolarizada economía retrocedió un 7,8% y la deuda pública (interna y externa) aumentó hasta alcanzar un 63% del PIB.

Los indígenas, que quedaron a las puertas del balotaje con su candidato Yaku Pérez, un anticorreísta de izquierda que alegó un supuesto robo de elecciones, aparecen como una fuerza determinante en los comicios.

Sin embargo su voto se fraccionó camino a la segunda vuelta entre el nulo, que alienta Pérez, y el apoyo a Arauz y en menor medida a Lasso.

Ninguno de los dos finalistas contará con mayoría legislativa y tendrá que negociar con Pachakutik, el partido indígena que logró la segunda votación para la Asamblea detrás de Unión por la Esperanza (Unes), el movimiento de Arauz.

Creando Oportunidades (Creo), la fuerza de Lasso, tendrá una representación mínima.