Egipto reabrió ayer de forma permanente su frontera con Gaza, única salida al mundo para la población de la franja que no depende de Israel, por primera vez en los últimos cuatro años, medida considerada un espaldarazo a Hamás.
Cientos de palestinos han podido atravesar a bordo autobuses la terminal fronteriza de Rafah, en el Sur de la franja de Gaza, con dirección al territorio egipcio, y centenares de personas han entrado en Gaza desde el país vecino.
La reapertura del paso ha sido posible gracias a la “Primavera Árabe” y el cambio de régimen en Egipto, y supone un balón de oxígeno para el millón y medio de palestinos de la paupérrima Gaza, bloqueada por Israel y el vecino país árabe desde que el grupo islamista Hamás tomó el control del territorio en junio de 2007.
Cualquier palestino podrá cruzar la frontera libremente con la excepción de los hombres entre los 18 y 40 años, a los que se requerirá un visado especial. Las mujeres no requieren ninguna gestión, todo lo que tienen que hacer los viajeros es presentarse con sus pasaportes ante las autoridades de Hamás desplegadas en la terminal y esperar a que un autobús los traslade al otro lado del límite divisorio.