El calentamiento del Ártico, que ha registrado los cinco años más cálidos desde hace más de un siglo, prosigue. Esa situación resalta las "nuevas y rápidas amenazas emergentes" ante "la amplitud" del cambio climático que se avecina, según un informe oficial publicado en la semana.

Este ritmo récord en el aumento de la temperatura está reduciendo el hielo en la región e impulsando importantes cambios ambientales en todo el planeta, advirtió un informe de una agencia gubernamental estadounidense.

"Las temperaturas del aire en el Ártico continuaron calentándose al doble de ritmo del resto del planeta. Las temperaturas del aire del Ártico de los pasados cinco años (2014-18) han superado todos los récords previos desde 1900", indicó la Administración Atmosférica y Oceánica Nacional (NOAA, en inglés) de EEUU en su último informe del clima del Ártico. Este documento se publica de manera anual desde 2006.

Los científicos remarcaron que "nuevas y rápidas amenazas emergentes se están manifestando y subrayan el nivel de incertidumbre acerca de la magnitud del cambio climático que se avecina".

Durante el último periodo estudiado, la temperatura anual media entre octubre de 2017 y septiembre de 2018 fue de 3,1 grados Fahrenheit (1,7 grados Celsius) mayor que la media entre 1981 y 2010. En concreto, 2018 fue el segundo año más cálido, después de 2016, desde que se tienen registros en el Ártico en 1900.

Los científicos de la NOAA indicaron que "la creciente temperatura atmosférica en el Ártico genera una corriente en chorro lenta e inusualmente ondulada que coincide con eventos meteorológicos anormales". Como consecuencia, estos cambiantes patrones meteorológicos han producido temperaturas sumamente frías fuera del Círculo Ártico. Entre ellos, citaron "un conjunto de fuertes tormentas invernales en el Este de EEUU en 2018 y el extremo frente frío en Europa en marzo de este año".

Además, el documento destaca que "los efectos del persistente calentamiento del Ártico están produciendo un cambio general en el sistema medioambiental en modos previstos y, también, imprevistos".

Como ejemplo, la NOAA subrayó que "las poblaciones de manadas de caribú y renos en la tundra ártica se han reducido en casi un 50% en las últimas dos décadas". Por no hablar del riesgo que están sufriendo las poblaciones de osos polares de la zona, cada día más escasos y en claro riesgo de extinción.

Las aguas más cálidas, asimismo, en el Ártico están facilitando que algas dañinas para la fauna marina se hayan desplazado más al norte de lo habitual. "Se han encontrado concentraciones considerables de algas tóxicas en los restos de almejas, focas, morsas, ballenas y otros organismos marinos", añade el documento.

El Gobierno estadounidense ha seguido realizando los informes sobre calentamiento global pese a la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump, quien ha insistido de manera reiterada en su escepticismo al respecto.

Precisamente, en noviembre uno de esos reportes, producido conjuntamente por una decena de agencias federales, advirtió de que el cambio climático desencadenado por el consumo de combustibles fósiles podría costarle a la economía estadounidense cientos de miles de millones de dólares para final de siglo. "No lo creo", aseguró Trump.

El mandatario ha prometido retirar el país del Acuerdo del Clima de París de 2015, que busca reducir las emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero. Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha dado marcha atrás a numerosas regulaciones medioambientales establecidas por su antecesor, Barack Obama, y mantenido el apoyo a la producción doméstica de combustibles fósiles, especialmente al carbón. El reporte de la NOAA coincide con la celebración de la Cumbre del Clima en Polonia, en la que se buscan compromisos para reducir contaminaciones. Efe


Fijan reglas por el Acuerdo de París



La comunidad internacional consiguió ayer en la cumbre del clima (COP24) de Katowice (Polonia)
sellar las reglas que permitirán aplicar el Acuerdo de París contra el cambio climático.


Después de dos semanas de conversaciones en la ciudad polaca, los países finalmente llegaron a un consenso sobre un marco más detallado para aplicar el Acuerdo de París firmado en 2015, que apuntó a limitar el aumento de las temperaturas mundiales. 


Los representantes de 197 países han logrado pactar el denominado "libro de reglas" que regirá la lucha contra el calentamiento global durante las próximas décadas.


El compromiso acordado en Katowice sobre transparencia es flexible y reconoce las peculiaridades y circunstancias de cada país, de forma que los Estados que lo necesiten dispondrán de un periodo de adaptación a este mecanismo de información común.


En cuanto la financiación de acciones climáticas, el documento consensuado ayer reconoce que deben destinarse más recursos, especialmente a mitigación y reducción de efectos del cambio 
climático, en línea con lo acordado en París, pero no establece nuevas obligaciones para los países desarrollados.