Apenas horas después que las agencias de noticias internacionales daban cuenta que el Citigroup solicitó al juez Thomas Griesa que ’suspenda o demore’ el bloqueo que impide al banco pagar los títulos en dólares bajo legislación argentina, el propio magistrado convocó ayer a una nueva audiencia en Nueva York para el viernes próximo.

Así, el Citigroup redobló la presión sobre Griesa en el largo litigio de Argentina con los fondos buitres a sólo 8 días que se produzca un nuevo vencimiento de la deuda reestructurada el 30 de setiembre, que de no permitírsele pagar, agravaría el default de Argentina.

Citigroup argumentó que enfrenta sanciones operativas y criminales por parte de Argentina si no puede procesar un pago de intereses por 5 millones de dólares que Argentina depositaría antes del vencimiento de sus bonos PAR del 30 de septiembre.

Argentina exige al banco que cumpla con los contratos que los vinculan.

El jueves pasado la Corte de Apelaciones de Nueva York rechazó una presentación similar hecha por el Citigroup al considerar que el pedido no era de su jurisdicción, pero no le cercenó al banco la posibilidad de presentarse ante Griesa.

En tanto, el ministro de Economía, Axel Kicillof, advirtió que ’el contrato no es con el Citibank Nueva York, sino con el Citibank Argentina’ y aseguró que, ’si no cumple, hay una serie de regulaciones que incluyen diferentes penalidades’.

Karen Wagner, abogada del Citigroup había adelantando que el banco le pediría a Griesa ’que revoque o demore su decisión de impedir el pago’ restableciendo en stay o amparo.

Tras la primera orden de Griesa de bloquear los pagos a bonistas reestructurados, el Citigroup había conseguido de que Griesa permita un pago ’por única vez’. Sobre esa decisión luego fue a la Corte de Apelaciones, justificando en el impacto que tiene la sentencia de Griesa sobre la relación del banco y la Argentina.

Durante la audiencia que se celebró el jueves pasado, Citigroup ya adelantó que cumplirá con los fallos de la justicia de los EEUU. A partir de esa situación, el Gobierno argentino redobló la presión sobre el banco, aunque rechazó los cuestionamientos sobre el tono de las exigencias que está planteando el Gobierno argentino.

’No tiene una pistola en la cabeza’ sino que ’tiene un contrato con la Argentina que dice que cuando se le deposita la plata, tiene que pagar’, recalcó el ministro. En tanto, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, advirtió al Citibank que ’no debe estar en un dilema’ porque tiene que transferir los fondos depositados por el país a los tenedores de deuda soberana a raíz de que ’se trata de la aplicación de la jurisdicción argentina’.