Paraguay asumió ayer de manos de Brasil la presidencia temporal del Mercosur, que también despidió a la presidenta argentina, Cristina Fernández que termina su mandato en diciembre, y abrió las puertas para la adhesión de Bolivia como socio pleno.

La cuadragésima octava cumbre del Mercosur, que reunió en Brasilia a los mandatarios de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, los cinco socios plenos del bloque, más los de Bolivia y Guyana, estuvo marcada por los gestos, pero los anuncios brillaron por su ausencia.

La formalidad de la cumbre se rompió con un emotivo discurso de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien lloró al anunciar que esa cumbre del Mercosur era probablemente la última de su “compañera y amiga” Cristina Fernández, aunque todavía no está descartada una convocatoria anticipada.

La próxima reunión del Mercosur debería ser convocada como es costumbre para mediados de diciembre, pero según informaron fuentes del Gobierno argentino, “este año podría adelantarse antes del 10”, fecha de traspaso de Gobierno, por lo que Fernández de Kirchner podría tener una oportunidad más para despedirse de sus pares del bloque regional antes de culminar su segundo mandato.

Cristina, a quien la Constitución le impidió postular para las elecciones de octubre próximo, recibió de manos de Rousseff la Orden del Cruzeiro do Sul, la más importante condecoración concedida por el Gobierno brasileño.

“Aquí siempre tendrá a una amiga lista para compartir sueños y esperanzas”, aseguró Rousseff a la “querida presidenta Cristina”.

Si Fernández recibió la principal distinción de Brasil, el presidente paraguayo, Horacio Cartes, recogió de manos de Rousseff el martillo artesanal de madera que simboliza la presidencia del Mercosur.

Paraguay asumió ayer dicha responsabilidad por primera vez desde que fue readmitido tras ser suspendido en 2012 a raíz de la destitución del entonces presidente Fernando Lugo, un acto que fue interpretado por el bloque como una “ruptura” del orden democrático.

Cartes reafirmó su “compromiso con los postulados que han inspirado la creación del bloque” y recalcó que en los próximos seis meses propondrá metas “realizables” que puedan ser concretadas “con la mayor brevedad posible”.

Bolivia también fue ayer objeto de atención del Mercosur, que enmendó el protocolo de adhesión de ese país como miembro pleno, que ya había sido firmado en diciembre de 2012, pero en ausencia de Paraguay, que estaba entonces suspendido.

El nuevo documento es idéntico al anterior pero tiene fecha de ayer y la firma de Paraguay, que así lo podrá remitir a su Parlamento para la debida ratificación.

Ese trámite ya se ha cumplido en Argentina, Uruguay y Venezuela, pero aún está pendiente en la propia Bolivia y también en Brasil, pese a que estos dos últimos habían firmado la primera versión.

El documento fue recibido con “alegría” por el jefe del Estado de Bolivia, Evo Morales, pero no sin antes dar un tirón de orejas al Mercosur para “agilizar” el proceso que ya lleva casi tres años y aún no se sabe cuándo concluirá, pues depende de los parlamentos que todavía no lo ratificaron.

En esta cumbre, la mayoría de los presidentes del Mercosur insistieron en la necesidad de que el bloque avance en forma decidida hacia un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE). Las negociaciones con la UE comenzaron en 1999, pero permanecen estancadas por diferencias en las áreas industrial y agrícola. EFE, DyN.