Brasil, 24 de julio.- El papa Francisco dijo este miércoles, en portugués, que fue al santuario de Aparecida, en San Pablo, para pedirle a la Virgen el éxito de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que hasta el domingo se realiza en Río de Janeiro, y a "poner a sus pies la vida del pueblo latinoamericano". Además expresó el "mal existe, pero el más fuerte es Dios".
Francisco instó a miles de peregrinos presentes a "no perder nunca la esperanza" pese a las dificultades y advirtió que "el dragón, el mal, existe en la historia, pero no es el más fuerte".
"El más fuerte es Dios, y Dios es nuestra esperanza", subrayó y admitió: "Es cierto que hoy también nuestros jóvenes siente la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer".
"Seamos luces de esperanza, tengamos una visión positiva de la realidad. Demos aliento a la generosidad que caracteriza a los jóvenes, ayudémoslos a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor: son un motor poderoso para la Iglesia y la sociedad", agregó.
Por otra parte, el pontífice recordó que estuvo en el lugar en 2007, en el marco de la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, que lo tuvo, en ese entonces en su condición de arzobispo de Buenos Aires, como presidente de la comisión de redacción del documento final, y calificó aquella reunión como "un gran momento de Iglesia".
Francisco celebraba una misa ante un millón de fieles. Había llegado al aeropuerto de San José de Campos, a unos 70 kilómetros de Aparecida, proveniente de Río de Janeiro, y desde allí había trasladado en helicóptero hasta el santuario mariano, el más visitado por los devotos brasileños.