El Papa Francisco visitó ayer, en el último día de su estadía en México, la cárcel de Ciudad Juárez Centro de Readaptación Social (Cereso 3), desde donde criticó ante más de 750 presos la falta de un sistema de reinserción, y afirmó que es ‘un engaño social creer que la seguridad y el orden sólo se logra encarcelando‘.
‘Estoy concluyendo mi visita a México y no quería irme sin venir a saludarlos‘, les dijo a los presos el Santo Padre, quien quiso celebrar con los reclusos ‘el Jubileo de la Misericordia‘, del Año Santo que comenzó el pasado 8 de diciembre.
Francisco criticó en su discurso el ‘ineficaz‘ sistema carcelario y de rehabilitación: ‘Ya tenemos varias décadas perdidas pensando y creyendo que todo se resuelve aislando, apartando, encarcelando, sacándonos los problemas de encima, creyendo que estas medidas solucionan verdaderamente los problemas‘, lamentó.
Durante la visita al Cereso 3, hoy convertido en ‘reclusorio modelo‘, el Papa habló ante 750 presos, 500 hombres y 250 mujeres con sus familias, que fueron elegidos entre los más de 3.000 encarcelados en esa prisión.
La reclusa Evelia Quintana habló en nombre de los presos y le dijo al Papa que se sintieron ‘profundamente bendecidos por su presencia‘ y por ‘hacerse uno con ellos en esa cárcel‘, reportó la agencia italiana ANSA.
El pontífice, que ya visitó varias cárceles en sus viajes y también en Roma, aseguró que la reinserción social ‘debe comenzar antes con medidas como insertar a los hijos en las escuelas y a sus familias en trabajos dignos, generando espacios públicos de esparcimiento y recreación, habilitando instancias de participación ciudadana, servicios sanitarios o acceso a los servicios básicos‘.
El Papa Francisco dio así su receta para mejorar el sistema carcelario de un país como México, que tiene 400 prisiones y 250.000 presos, 8.000 de ellos mujeres.
Fuente: Télam