Durante su tradicional bendición ‘Urbi et Orbi‘ (a la ciudad y al mundo) en el Vaticano, el papa Francisco afirmó ayer que ‘verdaderamente hay muchas lágrimas en esta Navidad‘, al recordar a los cristianos perseguidos en Irak y Siria, el conflicto ucraniano, la epidemia del ébola en África Occidental y los niños que sufren abusos.

En su segundo discurso de Navidad desde que se convirtió en el líder de la Iglesia Católica, advirtió que las poblaciones de ‘Irak y de Siria padecen desde hace demasiado tiempo los efectos del conflicto que aún perdura y, junto con los pertenecientes a otros grupos étnicos y religiosos, sufren una persecución brutal‘.

Asomado en el balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro, y ante un multitud de fieles, deseó que Ucrania venza ‘el odio y la violencia’. Enumeró los conflictos en Libia, Sudán del Sur, la República Centroafricana y varias regiones de la República Democrática del Congo y realizó un llamamiento ‘a todos los que tienen responsabilidades políticas a que se comprometan, mediante el diálogo, a superar contrastes y construir una convivencia fraterna duradera‘.

En su discurso, puso el acento en ‘los niños víctimas de la violencia, objeto de tráfico ilícito y trata de personas, o forzados a convertirse en soldados‘. ‘Hay verdaderamente muchas lágrimas en esta Navidad junto con las lágrimas del Niño Jesús’, concluyó el Papa tras repasar todos estos conflictos. Fuentes: Télam, Efe, DyN y Reuters