En medio de una crisis financiera sin precedentes que mina la creación de empleos y tiene al Gobierno socialista a tiro de una salida anticipada, el presidente del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, decidió privatizar a través de una concesión por 20 años y cinco adicionales, los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat. El Estado español licitará el 90,05% de los citados aeropuertos por un monto de 3.700 millones de euros y de 1.600 millones de euros, respectivamente, describió Europa Press.
El Consejo de Ministros aprobó ayer la creación de las dos sociedades concesionarias para iniciar la licitación de estos dos aeropuertos, proceso que comenzará el próximo 30 de julio y se prevé finalizar en la primavera de 2012.
Los montos podrán ser mejorados por los licitadores.
El Gobierno aprobó también la entrada de capital privado en el 49% de la sociedad Aena Aeropuertos, y tanto el plazo de ejecución de estas colocaciones como los porcentajes definitivos dependerán de las condiciones del mercado.
El ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco, aseguró en la rueda de prensa posterior al Consejo, que esta licitación “asegurará la gestión de los aeropuertos españoles” y “avanzar en la competitividad del sector aéreo e impulsar el turismo”, teniendo en cuenta que tres de cada cuatro turistas llegan a España en avión.
Las futuras concesionarias de los dos principales aeropuertos españoles tendrán que abonar un pago inicial en el momento de iniciar la gestión y un canon anual, equivalente al 20% de la facturación. En 2012, se prevé que el canon anual de Barajas sea de 150 millones de euros, y el de El Prat de 80 millones de euros.
