Más de 300 aves marinas, en su mayoría pelícanos pardos y alcatraces, fueron halladas muertas en la costa estadounidense del Golfo de México en las primeras cinco semanas desde el inicio de un enorme derrame de petróleo frente a Luisiana, reportaron funcionarios de vida salvaje.
Las 316 aves encontradas muertas en las costas de Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida -además de otras 10 que perecieron o fueron sacrificadas en centros de rehabilitación de vida salvaje luego de ser capturadas vivas- superan con creces a las 31 aves sobrevivientes del petróleo halladas a la fecha.
La cifra fue dada a conocer por el Servicio de Vida Salvaje y Marina de EEUU e incluye a animales que presentaban crudo en el cuerpo y algunos con señales visibles de contaminación por petróleo.
Los animales eventualmente serán analizados para determinar de forma más concluyente si fueron contaminados por el petróleo del derrame de British Petroleum, sostuvo.
El petróleo afecta las propiedades aislantes de las plumas de las aves, exponiéndolas al frío y complicando su capacidad de flotar, nadar y volar. Los químicos en el crudo también pueden quemarles la piel e irritar sus ojos. Las aves también terminan ingiriendo petróleo cuando se sumergen en el mar, lo que perjudica sus tractos digestivos.