Para superar el "desafío de la sal y el hielo" hay que poner estos dos elementos sobre la piel, lo que provoca una reacción química que reduce la temperatura del hielo hasta alcanzar los -17°C.

Pero el reto no queda ahí, sino que hay que aguantar la mayor cantidad de tiempo posible y luego compartir las imágenes de la quemadura en las redes sociales. Las heridas llegan a ser de tercer grado.

La Sociedad Británica para la Prevención de la Crueldad contra los Niños advirtió sobre los peligros del desafío e instó a los padres y maestros a estar muy atentos para frenar el nuevo challenge.

El desafío se había extendido por las escuelas de los EEUU hace varios años, pero resurgió recientemente entre los niños y adolescentes británicos.

Esta semana, el jefe de policía de West Yorkshire, Dee Collins, también emitió una advertencia en Twitter: "Por favor, advierta a sus hijos y a todos los que conozca que no participen de este peligroso desafío".

En las últimas semanas se difundieron testimonios de niños y adolescentes que quedaron marcados de por vida por el desafío.

Según el Hull Daily Mail, hay casos con daños aún mayores que una cicatriz. en Swansea, por ejemplo, un niño perdió la movilidad de su mano porque la quemadura afectó uno de sus nervios.

Los especialistas explicaron que la temperatura que alcanza el hielo en combinación con la sal produce una quemadura similar a una por congelamiento, por lo que puede provocar un shock séptico y causar daño orgánico.