El director ejecutivo del laboratorio fabricante de vacunas Moderna, Stéphane Bancel, cree que la pandemia podría terminar en un año, y pronosticó que aquellos que no reciban “pinchazos” se “inmunizarán naturalmente” ya que la variante Delta es tan contagiosa que está llevando a una situación similar a la gripe.

Las proyecciones del ejecutivo se dan el mismo día en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó una tendencia a la baja de la pandemia. Según el organismo, los 3,6 millones de casos globales de COVID-19 registrados en la semana entre el 13 y el 19 de septiembre suponen un descenso del 9% con respecto a los siete días anteriores, con lo cual es la segunda semana consecutiva de caída en los contagios de la población mundial. Para la OMS, los fallecidos en el mismo periodo fueron 59.000, un 7% menos que en la semana anterior, la cuarta consecutiva de descenso.

Cuando se le preguntó a Bancel si eso significaba un regreso a la normalidad en la segunda mitad del próximo año, dijo: “A partir de hoy, en un año, supongo”.

Aplicadas 6 mil millones de vacunas en todo el mundo, Bancel también explicó que la producción actual de sueros anti COVID-19 significa que todos en el mundo deberían poder vacunarse a mediados de 2022.

La declaraciones del responsable del laboratorio estadounidenses, efectuadas al periódico suizo Neue Zuercher Zeitung, resaltaron la expansión de las capacidades de producción en toda la industria durante los últimos seis meses, que según sus proyecciones, “debería ser suficientes dosis disponibles para mediados del próximo año para que todos en esta tierra puedan ser vacunados”.

Coincidiendo con otros expertos, que adelantan que recién en la primavera del hemisferio norte se podrá lograr un retorno a la normalidad, Bancel agregó que “quienes no se vacunen se inmunizarán de forma natural, porque la variante Delta es muy contagiosa. De esta manera terminaremos en una situación similar a la de la gripe.

Con una variante altamente contagiosas, como Delta, originaria de la India, el jefe de Moderna, llamó a vacunarse para evitar un infección por el virus: “Puede vacunarse y pasar un buen invierno. O no hacerlo y correr el riesgo de enfermarse y posiblemente incluso terminar en el hospital”.

También el consejero delegado del laboratorio se refirió al crecimiento de casos entre los menores de 12 años, población que aún no esta considerada dentro de los planes de vacunación. Afirmó que pronto las inyecciones estarían disponibles incluso para bebés.

En esa misma línea de advertencias, el director médico de Inglaterra, Chris Whitty, ha declarado que la transmisión del COVID-19 es mayor en los niños de 12 a 15 años, y que casi todos los niños no vacunados se podrían infectar en algún momento.

Aunque es probable que alrededor de la mitad de los niños ya hayan tenido COVID-19, dijo, la protección puede disminuir y un programa de vacunación sería menos perturbador para las escuelas que si los niños se contagiaran.

COVID-19 común para la próxima primavera

Desde el Reino Unido, país que actualmente sufre un promedio de 30.000 casos en los últimos 7 días, llegan similares comentarios. Según un experto, el país “ha superado lo peor” y la pandemia podría parecerse al resfriado común en la primavera del próximo año, afirmó un destacado experto.

Así se manifestó, John Bell, profesor de medicina en la Universidad de Oxford, quien dijo que esto se debe a que la inmunidad de las personas al virus se ve reforzada por las vacunas y la exposición al SARS-CoV-2.

Bell cree que las cosas “deberían estar bien” una vez que haya pasado el invierno en el hemisferio norte, y agregó que “hubo una exposición continua al virus incluso en las personas vacunadas”.

Con respecto al número de contagios y muertes y a pronósticos aún sombríos para la temporada de frío que se está iniciando en el hemisferio norte, el especialista indicó que es “muy importante que no entremos en pánico”, y añadió que actualmente “las infecciones graves y las muertes por COVID-19 son muy bajas”.