El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recibió una nueva condena, a 12 años y 11 meses de prisión, en un caso por una propiedad rural en el interior del estado de Sao Paulo, según una resolución judicial publicada ayer.

El líder izquierdista fue condenado por corrupción y lavado de dinero por la jueza Gabriela Hardt de un tribunal de primera instancia de Curitiba, en el sur de Brasil, donde se investiga el caso. El exmandatario cumple desde abril del año pasado una pena de 12 años y 1 mes de prisión en un proceso por un apartamento en el balneario paulista de Guarujá.

Según la jueza, Lula recibió sobornos para beneficiar a su Partido de los Trabajadores pagados por la constructora Odebrecht y lavó dinero a través de una reforma hecha por Odebrecht y la firma OAS en la propiedad rural de la localidad de Atibaia, que era frecuentada por él y su familia. Además, el fallo señaló que Lula y su familia recibieron 700.000 reales en beneficios indebidos de parte de Odebrecht y 170.000 de parte de OAS.

La jueza sustituye de manera interina al juez Sergio Moro, que durante años lideró la investigación anticorrupción "Lava Jato" y que actualmente es ministro de Justicia en el gobierno del derechista Jair Bolsonaro.

La casa está a nombre del empresario Fernando Bittar, un viejo amigo de la familia de Lula, pero, de acuerdo con la Justicia, el expresidente se benefició de las obras por cerca de un millón de reales (unos 271.000 dólares) que hicieron Odebrecht, OAS y Schain a cambio de ayudas en la obtención de contratos en Petrobras.

"Es un hecho que la familia del presidente Lula frecuentaba de forma asidua el inmueble y lo usó como si fuese de él. Inclusive, en 2014, Fernando Bittar alegó que su familia ya no lo frecuentaba con asiduidad, siendo este más usado por la familia de Lula", subrayó la jueza en su sentencia.