En medio de la tensión con el gobierno español, el destituido presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, se entregó a la Policía de Bélgica, país al que había llegado días atrás en busca de apoyo.

 

Junto a sus exconsejeros Antoni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret, Puigdmeont ingresó a la sede policial y evitó el descalabro que hubiera generado que los oficiales fueran a buscarlo para arrestarlo, de acuerdo con lo publicado por el diario El País.

 

Los cinco llegaron acompañados por sus abogados a la sede policial de la Rue Royal número 202 de Bruselas y no ante la fiscalía de la capital, donde se los esperaba. Pesa sobre ellos una orden de captura de la Justicia española por "rebelión, sedición y malversación".

 

El viernes, la Audiencia Nacional de España emitió órdenes de busca y captura contra Puigdemont y sus cuatro ex consejeros luego de que no se presentaran a una citación del tribunal en Madrid. Los exdirigentes catalanes están investigados por presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos, al igual que otros nueve exconsejeros que fueron enviados por la jueza Carmen Lamela a prisión provisional incondicional.

 

Las medidas dictadas por la jueza amenazan con enquistar aún más la peor crisis institucional que vive España en sus 40 años de democracia, mientras Cataluña se prepara para las elecciones convocadas por el gobierno central tras aplicar medidas de intervención extraordinarias en el territorio.

 

Ahora, se espera que los cinco exfuncionarios de Cataluña comparezcan antes de 24 horas ante el juez de instrucción, que deberá decidir en otro plazo de 24 horas si los libera con ciertas condiciones o los deja en libertad.