El candidato favorito para ganar la presidencia de Honduras se ha vuelto clave para resolver la crisis política tras el golpe de Estado y destitución del presidente Manuel Zelaya, que se prolonga por cuatro meses y que ha dejado al país marginado de la comunidad internacional.

Porfirio Lobo, conocido como Pepe, encabeza las encuestas para las elecciones del 29 de noviembre; su sello político (el Partido Nacional) es el más grande de la oposición y tiene la llave para que Zelaya vuelva al Gobierno, hasta que entregue el mando a fines de enero.

Presionados por la comunidad internacional y Estados Unidos, Zelaya y el Gobierno de facto firmaron el viernes un acuerdo que dispone que el Congreso decida si restituye el poder al líder derrocado tras un golpe de Estado el 28 de junio, por supuestamente violar la Constitución para allanar la reelección presidencial.

Según el acuerdo, el Congreso unicameral de Honduras debe decidir, tras una opinión de la Corte Suprema, si se restituye a Zelaya. Aún no había el domingo una fecha para esa votación.

Zelaya dice que debe ocurrir antes del jueves, mientras que representantes del presidente de facto, Roberto Micheletti, sostienen que hay que esperar hasta las elecciones.

Los legisladores del Partido Liberal, al que pertenecen Zelaya y Micheletti, están divididos. Esa situación coloca a los diputados del Partido Nacional bajo presión para revertir el apoyo que prestaron a la destitución de Zelaya y al nombramiento de Micheletti en una votación del Congreso, pero hasta ahora han evitado establecer su posición y han aplazado una decisión.

El portavoz de Lobo, el subjefe de la bancada del partido y media docena de diputados dijeron que esa formación está en un período de consultas.

"Habría que analizarlo muy profundamente el tema para poder tomar una decisión", dijo la diputada nacionalista Victoria Carrasco.

Si Lobo es elegido y no hay un acuerdo podría encontrarse en noviembre con una elección sin reconocimiento internacional, y en enero con un país que seguiría siendo un paria dentro de la comunidad global.

Los líderes del Partido Nacional dicen que quieren esperar a que se convoque a la sesión sobre Zelaya y a la opinión de la Corte Suprema, pese a que algunos de sus rivales políticos creen que hay un acuerdo entre partidarios de Zelaya y Lobo.

Nelson Licona, candidato a diputado del Partido Liberal, dijo que "ha quedado desnudada una vez más esa alianza permanente que han hecho don Porfirio Lobo y Mel Zelaya en esta aventura que se gestó para violar nuestra Constitución", según publicó el diario La Tribuna.

Los nacionalistas niegan esta alianza. "No hay nada de eso", dijo el director de comunicaciones de la campaña de Lobo, Miguel Angel Bonilla. "La decisión que se tome va a ser en base a la ley", añadió.