El huracán Irma, el más poderoso del que se tenga registro en el Atlántico, tocó tierra el miércoles de madrugada en islas en el nordeste del Caribe, avanzando en una ruta hacia Puerto Rico, República Dominicana, Haití y Cuba, antes de posiblemente dirigirse a Florida el fin de semana.

El ojo del huracán Irma pasó sobre Barbuda en torno a las 1:47 de madrugada, según el Servicio Nacional Meteorológico de Estados Unidos. Vecinos de la zona dijeron en la radio local, que las líneas telefónicas se habían caído. Aguaceros y fuertes vientos castigaron la vecina isla de Antigua, levantando escombros por los aires mientras la gente se resguardaba en casa o en refugios del gobierno.

La tormenta de categoría 5 mostraba vientos sostenidos máximos de 295 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, con sede en Miami. Su previsión del martes por la noche era de una leve fluctuación en los vientos, aunque se esperaba que conservara fuerza de categoría 4 o 5 durante uno o dos días más. La previsión apuntaba a que los vientos más peligrosos, normalmente más cerca del ojo, pasarían cerca de las Islas Vírgenes norteñas y cerca o justo al norte de Puerto Rico a lo largo del miércoles.

Irma es el huracán más intenso formado en el Atlántico desde Allen, que en 1980 alcanzó vientos máximos sostenidos de 195 millas por hora.

El presidente Trump declaró la emergencia en la Florida y dos territorios de los Estados Unidos en el Caribe que el huracán Irma amenaza con golpear más adelante esta semana.

El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de los Estados Unidos anunció que Irma alcanzó la categoría 5 y las autoridades de las islas en el noreste del Caribe cancelaron vuelos, cerraron escuelas y pidieron a la gente que se mantenga a cubierto mientras el fenómeno se acerca a la región.

Puerto Rico, las Islas Vírgenes de Estados Unidos y el estado de Florida declararon el estado de emergencia. Mientras, los residentes en varias islas del Caribe protegieron sus casas con tablones y realizaron compras de último momento, formando largas filas en el exterior de supermercados y gasolineras.

"Esto será algo sin precedentes", dijo en conferencia de prensa la mañana del martes el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló. Anunció que solicitará al presidente Donald Trump que declare el estado de emergencia en la isla a fin de contar con los recursos para enfrentar eventuales desastres.