El segundo cónclave del tercer milenio, del que saldrá el sucesor de Benedicto XVI, comenzará este martes, decidió ayer el Colegio Cardenalicio tras cinco días de reuniones y ocho congregaciones generales (reuniones preparatorias).
Este martes 12 por la mañana se celebrará en la basílica de San Pedro del Vaticano la misa ‘Pro eligiendo Romano Pontífice‘, y ya por la tarde los 115 cardenales electores entrarán en la Capilla Sixtina para comenzar el cónclave. Esa misma tarde pueden comenzar la votación secreta.
El pasado 25 de febrero, Benedicto XVI publicó un ‘motu proprio‘ (documento papal) por el que dio libertad al Colegio de Cardenales para que pudiera anticipar el cónclave, lo que ocurrió. La normativa vaticana establece que el cónclave de cardenales debe comenzar entre 15 y 20 días después del inicio de la Sede Vacante, que comenzó el 28 de febrero. Ese fue el día en que Benedicto XVI formalizó su renuncia. Con el ‘motu proprio‘, el Papa introdujo la libertad de adelantar o atrasar el cónclave.
‘Dejo al Colegio Cardenalicio la facultad de anticipar el inicio del cónclave si consta que están presentes todos los cardenales electores, como también la posibilidad de atrasarlo si hay motivos graves‘, precisó Benedicto XVI en el documento.
Con el último ‘motu proprio‘, además de conceder la facultad de adelantar la fecha, también cambió algunos puntos. Como, por ejemplo, si se da el caso, los dos cardenales más votados en el cónclave no puedan ellos emitir su voto para evitar que uno pueda dar el voto al otro y así no ser elegido.
También se incluye en la fórmula de juramento de los cardenales la pena de la excomunión en el caso de que violan el secreto de elección del Sucesor de Pedro. Por lo demás, todo sigue según lo previsto por Benedicto XVI en la reforma de 2007: el próximo Papa necesitará en todas las votaciones la mayoría de los dos tercios de los votos de los cardenales asistentes. Al ser 115, necesitará un mínimo de 77 votos.
El Colegio Cardenalicio está compuesto por 207 purpurados. 117 tienen menos de 80 años, que son los que pueden entrar en la Capilla Sixtina para votar. El resto, octogenarios, no pueden votar pero sí pueden ser elegidos pontífice.
De los 117 cardenales electores, dos anunciaron que no participarán en el cónclave, el indonesio Julius Riyadi Darmaatmadja, por enfermedad, y el británico Keith O’Brien, exarzobispo de St. Andrews y Edimburgo, acusado de ‘comportamiento inapropiado‘ hacia otros religiosos. Por ello, serán 115 -el mismo número del cónclave de 2005, en el que fue elegido papa Benedicto XVI- los que elegirán al tercer Papa del tercer milenio. Desde el siglo XIX ningún cónclave duró más de cuatro días.