El Parlamento griego aprobó ayer el paquete de ajuste propuesto por el gobierno para que Grecia continúe recibiendo ayuda económica por parte de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo. De este modo, el país helénico logrará desbloquear el siguiente tramo de ayudas financieras en el marco del plan de rescate del que le evitará declararse en suspensión de pagos.

El plan de ajuste en Grecia, que lleva tres años de recesión, fue aprobado con 155 votos favorables, 138 rechazos y 5 abstenciones. En la calle, miles de personas se manifiestan en contra del ajuste y se teme que puedan reiterarse los violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que se sucedieron antes de la votación en el Parlamento.

Este nuevo paquete de medidas de austeridad para el país que está al borde de la quiebra contempla nuevos recortes en el gasto público y subas de impuestos, con los que Atenas pretende mejorar en más de 28.000 millones la recaudación hasta 2015.

El Ejecutivo griego pretende obtener 15.000 millones de euros mediante la privatización de empresas públicas en los dos próximos años, cifra que se incrementaría con nuevas privatizaciones hasta 2015. Así, pretende vender participaciones en las compañías estatales de telefonía, juegos de azar, gestión aeroportuaria y electricidad.

Tras la aprobación de este impopular programa de recortes estatales, subidas de impuestos y privatizaciones, el Parlamento debe aprobar hoy el proyecto de ley que acompañe a las medidas y que haga posible su inmediata aplicación.

En materia de gastos, el plan pasa por suprimir el 25 por ciento de empleos públicos, para lo que no se prolongarán los contratos temporales y sólo se sustituirá a una de cada diez funcionarios que se jubilen. Los salarios, recortados una media del 12 por ciento el año pasado, volverán a ser reducidos. La idea también es suprimir prestaciones sociales, además de recortarse 855 millones de euros hasta 2015 con la fusión de escuelas, hospitales o cuarteles de la policía.

El gasto sanitario se reducirá hasta 2015 en 2.100 millones de euros mediante la racionalización de las prescripciones y con fármacos más baratos. Por primera vez en tres décadas se reducirá el gasto militar y habrá aplicaciones impositivas para quienes tienen ingresos más altos y para los que poseen bienes de lujo.