El ataque fue cometido un día después de la suspensión de las conversaciones para la formación del nuevo gobierno iraquí y la mayoría de las víctimas son soldados y reclutas.
Testigos dijeron que el centro estuvo abierto durante la última semana y que la última jornada de reclutamiento, para el ejército, estaba programada para hoy, por lo que se había formado en el lugar del ataque una cola de personas más larga que de costumbre, aproximadamente 250 personas.
Según la primera reconstrucción, un atacante suicida con un chaleco explosivo logró eludir las medidas de seguridad e ingresó en la plaza frente de donde ahora tiene su sede el cuartel general de la 11 División del Ejército.
Los insurgentes intensificaron sus ataques contra las fuerzas de seguridad iraquíes en vísperas de la proyectada retirada de las tropas de combate estadounidenses.
EEUU planea reducir su contingente militar en Irak a unos 50.000 soldados a partir de finales de este mes y poner fin a su presencia militar en ese país a fines de 2011.
"Esta retirada es una demanda nacional, pero no deberían dejar un vacío que permita violaciones de la seguridad", dijo el gobernador de la provincia de Anbar, Qasim Abid Muhammad. En las últimas semanas se intensificaron los ataques contra agentes de la policía, del ejército y vigilantes urbanos.
Hasta Tariq Aziz, el ex viceprimer ministro iraquí y cercano asesor de Saddam Hussein, dijo recientemente que el presidente de EEUU, Barack Obama, "está dejando Irak a los lobos".

