Francia vive horas de angustia y conmoción luego de que hombres armados encapuchados concretaron el peor atentado en su territorio en casi 30 años con la masacre perpetrada contra el semanario satírico ‘Charlie Hebdo‘, conocido por sus afiladas críticas contra el extremismo islámico, en la que ayer murieron doce personas y otras once resultaron heridas, cuatro de gravedad.
Los atacantes serían cuidadanos franceses descendientes de árabes. Uno de los atacantes fue grabado en un video mientras disparaba y gritaba ‘Allahu Akbar‘, ‘Alá es el más grande‘ en árabe, y dijo estar ‘vengando al profeta Mahoma‘.
Los periodistas y dibujantes de la revista eran conscientes de vivir bajo la amenaza de los integristas islámicos tras haber
difundido caricaturas de Mahoma, pero pese a ello nunca habían cejado en su defensa de la libertad de expresión.
Poco después de las 11.30 de la mañana (07.30 de Argentina), su lucha acababa en un baño de sangre sin parangón en Francia desde el 29 de marzo de 1985. Ese día 18 personas murieron en un atentado contra una sala de proyecciones de París, en la que se celebraba un festival de cine judío, y que se atribuyó a Yihad Islámica.
Al menos dos hombres fuertemente armados con fusiles rusos kalashnikov -aunque el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, aseguró que se busca a tres criminales- irrumpieron en la sede del semanario, en el este de París.
Tras matar a una persona en el exterior, se dirigieron a la segunda planta, donde se celebraba el consejo de redacción para preparar el próximo número, y allí asesinaron a sangre fría a ocho periodistas, un analista invitado y un policía que ejercía de escolta para uno de los responsables de la revista.
Entre los fallecidos está el director del semanario, Stéphane Charbonnier, ‘Charb‘, y tres dibujantes del semanario, tres verdaderas leyendas de la ilustración satírica en Francia: Jean Cabut, ‘Cabu‘, Bernard Verlhac, ‘Tignous‘, y Georges Wolinski.
Los asesinos gritaban ‘Allahu akbar‘ (‘Dios es el más grande‘) y decían ‘vengar al profeta‘ (Mahoma) al tiempo que cometían sus crímenes.
El fuego de sus armas hizo retumbar la tierra y temblar los cuerpos, como confesó a Efe un testigo presencial que vivió de cerca la matanza. Ya fuera del edificio, los agresores mantuvieron dos tiroteos con agentes de policía que les dieron el alto, en los que no hubo heridos, pero en una tercera refriega un policía recibió el impacto de los disparos de los fusiles kalashnikov.
Malherido cayó al suelo e hizo un intento por moverse, ante lo cual fue rematado por los atacantes con un disparo en la cabeza antes de darse a la fuga.
En su huida colisionaron contra un vehículo, lo que les obligó a robar otro y escapar por el Noreste de la capital francesa.
Las autoridades han decretado el refuerzo del plan de seguridad hasta el nivel máximo, el de alerta por atentado, y se han lanzado a la búsqueda frenética de los agresores que ya habrían sido identificados -ver nota relacionada-.
El presidente francés, François Hollande, dirigió a última hora un breve mensaje a la nación, en el que anunció para hoy día de luto nacional y apeló a la unidad en defensa de los valores de la República, como la libertad de expresión.
Pero antes de que Hollande se dirigiese a ellos, miles de franceses habían tomado de forma espontánea las plazas de las ciudades del país, convocados a través de las redes sociales, y agrupados en torno a un mensaje unánime: ‘Je suis Charlie‘ (‘Yo soy Charlie‘).
La protesta de París tuvo lugar en un silencio escrupuloso, roto de forma esporádica por el llanto de alguno de los seguidores incondicionales de la revista, conocida por su tono provocador y su carácter libérrimo.
‘Es el día más triste de mi vida. ’Charlie Hebdo’ es una publicación simbólica para la juventud francesa. Ya no queda nadie que haga prensa de izquierdas‘, dijo Hugo, estudiante de secundaria.
Esa independencia radical ya los situó como blanco de los intolerantes en 2006, cuando salieron en apoyo del diario danés ‘Jyllands-Posten‘ y publicaron caricaturas del profeta Mahoma, lo que despertó la ira de muchos musulmanes, radicales o moderados.‘Ha sido una carnicería‘, dijo el presidente de la región de Ile de France, en la que se halla París, Jean-Paul Huchon.
En su discurso a la nación, el presidente francés, Hollande, dijo, en el lugar de los hechos, que ‘no hay duda‘ de que se trata de ‘un atentado terrorista‘. Es ‘un acto de barbarie contra un periódico, es decir contra la expresión de la libertad, un acto de barbarie contra periodistas que habían mostrado que podían actuar en Francia con la libertad que la República protege‘, afirmó Hollande. Ya en la noche de París era intensa la búsqueda de los tres sospechosos.