Moscú, 20 de setiembre.- El presidente ruso, Dmitri Medvedev dijo, en una entrevista divulgada hoy, que su homólogo israelí, Shimon Peres, le aseguró recientemente que ese país no tenía la intención de atacar a Irán, y consideró que una guerra como ésa sería "lo peor que uno se pueda imaginar".
"Sería una catástrofe humanitaria" con un enorme número de refugiados y consecuencias imprevisibles para todo Medio Oriente, declaró Medvedev en una entrevista emitida hoy por el canal estadounidense CNN.
Las declaraciones del presidente ruso se producen en medio de crecientes tensiones entre Teherán y las potencias occidentales encabezadas por Estados Unidos, que rechazan el plan nuclear iraní bajo el argumento de que persigue fines militares. El gobierno iraní asegura que sólo persigue fines energéticos.
Medvedev defendió asimismo el derecho de Rusia a seguir vendiendo armas defensivas a Teherán, más allá de las críticas de Estados Unidos e Israel, pero subrayó que ni Irán ni Israel contarán con el apoyo de Rusia en el caso de una confrontación.
"Cualquier suministro de armas, con mayor motivo de armas defensivas, no puede aumentar las tensiones (en Medio Oriente) sino que, al contrario, debe mitigarlas", explicó.
Durante la entrevista, grabada el 15 de septiembre, según el Kremlin, el mandatario admitió por primera vez que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, realizó una "visita secreta" a Moscú a principios de septiembre.
"Fue su decisión. Nunca entendí muy bien con qué se relacionaba, pero así lo decidió nuestro socio y nosotros nos comportamos de forma completamente normal, con serenidad", agregó.
Medios rusos e israelíes señalaron entonces que durante la visita de Netanyahu se trataron "delicadas cuestiones de seguridad" y negocios armamentísticos previstos entre Rusia e Irán.
Teherán espera actualmente la entrega por parte de Rusia de un sistema antimisiles tipo S-300, que según la versión oficial utilizará para defender sus plantas nucleares.