Londres, 29 de abril.- El ramo de novia que portó Kate para
su boda con el príncipe Guillermo fue un cariñoso guiño a su marido,
ya que incluía unas flores conocidas en el Reino Unido como ‘Sweet
William‘ (Dulce Guillermo), una variedad que en español se conoce
como clavel de Japón, ramillete de Constantinopla o minutisa.
El buqué también incluía mirto, liliáceas del valle y jacintos.
La tradición de las bodas reales británicas dicta que el ramo de
la novia tiene que incluir un ramito de mirto del arbusto original
plantado en 1845 por la reina Victoria en Osborne House, una
propiedad real en la isla de Wight (sur de Inglaterra).
La tradición comenzó en 1858 cuando la hija mayor de la reina
Victoria, la princesa del mismo nombre, lució estas flores en su
ramo de bodas para subrayar la ‘inocencia‘ de la novia.
El ramo de Kate contiene también mirto -flor que representa
el emblema del matrimonio y el amor- de otra planta que se empleó
para componer el buqué de la reina Isabel II en 1947.
El ramo de Kate fue elaborado por la diseñadora floral Shane
Connolly, responsable de la ornamentación arbórea de la abadía de
Wesminster, que situó a los 1.900 invitados a la ceremonia bajo una
especie de bosque interior de arces y carpes.
En el lenguaje floral, las ‘Sweet William‘ tienen un significado
de galantería y las liliáceas del valle de regreso de la felicidad,
mientras que los jacintos simbolizan la constancia en el amor.