Los relatos de los sobrevivientes del feroz tsunami en Indonesia estremecen, en medio de la desoladora situación en que se encuentra el país asiático. "El agua llegó muy rápido y se tragó a muchas personas que corrían", contó una mujer, después del arrasador paso de la gigante ola, el sábado por la noche, que dejó hasta el momento 373 muertos, 1459 heridos y 128 desaparecidos.

El tsunami se produjo tras la erupción del volcán Anak Krakatau en el estrecho de Sonda, entre las islas de Sumatra y Java. Entre los enormes daños materiales que generó hay más de 600 casas destruidas, además de 69 hoteles, 60 tiendas y al menos 420 barcos, según datos de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB) de Indonesia.

Un pescador que logró sobrevivir al desastre contó en primera persona su horrorosa experiencia. "Estoy traumatizado, mientras abastecía de combustible a mi embarcación una ola gigante me arrastró con toda mi familia", explicó.

Mientras que una mujer dijo que miraba la televisión en su casa, cuando escuchó un ruido. Abrió la puerta y fue desplazada por la violencia del mar, aunque logró ponerse a resguardo y escapar de una segunda ola.

Asep Sunaria, de 42 años, es otro de los sobrevivivientes del tusnami. La ola destruyó el pueblo de Sukarame, donde vivía. "El agua surgió con un sonido fuerte, como de viento", le contó el hombre a la agencia AFP.

"Estaba conmocionado, no me lo esperaba en absoluto. ¡No hubo alerta! Al principio pensé que se trataba de una ola causada por la marea, pero el agua subió tanto", se lamentó.

Sunaria explicó que se puso a correr con su familia hacia las alturas del pueblo de Sukarame, en la costa este de Java. No lograron rescatar nada: solo tienen la ropa que llevaban puesta.

El hombre asegura que tuvo suerte, ya que muchos de sus vecinos murieron por el violento paso del agua. "Mi familia está ahora segura, pero mi casa fue destruida, el tsunami se lo llevó todo", se lamentó.