La campaña electoral para las elecciones que se celebrarán hoy en el Reino Unido entró ayer en su recta final con un repunte del Partido Laborista del primer ministro, Gordon Brown, en los sondeos sobre intención de voto.
Las encuestas dadas a conocer en las últimas horas coinciden en dar un 35% de los votos al Partido Conservador de David Cameron, entre un 29 y un 30% a los laboristas, y entre un 24 y un 26% al Partido Liberal Demócrata que lidera Nick Clegg.
El laborismo recupera así la segunda posición que perdió tras el primer debate televisado entre los tres candidatos a primer ministro, celebrado el pasado 15 de abril, que supuso un espaldarazo para los liberaldemócratas, la gran sorpresa de la campaña.
Esta mejoría en las encuestas, que concede a los laboristas la única dosis de optimismo de una campaña marcada por las malas noticias, puede ser decisiva para el resultado final en las urnas, que salvo sorpresa dará paso a un Parlamento sin mayoría absoluta.
Es algo que no ocurre desde 1974 y que, según la proyección elaborada ayer por la London School of Economics (LSE), será el escenario de la próxima Cámara de los Comunes (cámara baja).
Si el escrutinio ratifica este 6 de mayo lo que pronostican los sondeos, la LSE deduce que los conservadores serían la fuerza más representada de la Cámara, con 275 diputados, seguidos de los laboristas, con 264, y de los liberaldemócratas, con 79.
Esto situaría a los "tories" a 51 escaños de la mayoría absoluta, lo que le dejaría a expensas de otras fuerzas políticas.
Esta estimación de la LSE se ha hecho sin computar el llamado "voto táctico" o "voto útil’ (que en este caso designa el voto que busca evitar la victoria de los conservadores). Teniéndolo en cuenta, los laboristas serían la fuerza dominante, con 286 diputados, seguidos de los "tories", con 251, y los liberaldemócratas, con 81.
Con estos datos en la mano, Brown insistió en las últimas horas en su mensaje de que es la persona adecuada para consolidar la salida del Reino Unido de la crisis y se apoyó en los datos difundidos ayer por la Comisión Europea acerca de que este país será el que crezca con más fuerza en la Unión Europea (UE) durante 2011.
Cameron, que si gana las elecciones se convertirá a sus 43 años en el primer ministro más joven del Reino Unido desde el siglo XIX, es el gran favorito, pero hasta última hora aludió a la necesidad "de un fuerte sprint final" para ganar "en el terreno de las ideas".
Consciente de la importancia del momento, que devolvería a los "tories" al 10 de Downing Street después de 13 años de gobiernos laboristas, Cameron reconoció que la espera hasta la cita con las urnas ha llegado a un punto de gran nerviosismo.