Los socialistas españoles abrieron ayer el proceso de elecciones internas para designar al sucesor del presidente español José Luis Rodríguez Zapatero para los próximos comicios generales, en marzo de 2012, con Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato de la dirección del partido.

El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior dio ayer, ante el Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el “sí quiero” que le pedía la cúpula del partido y anunció que se presenta a las elecciones internas (primarias) para lograr “una victoria democrática”.

“Siempre he estado a disposición de mi partido y de mi país. Y no voy a dejar de hacer algo que he hecho durante toda mi vida”, afirmó Rubalcaba, un veterano político que comenzó su trayectoria hace casi 30 años con Felipe González. Cuenta con el apoyo unánime de los dirigentes del PSOE, que cerraron filas en torno a él tras la renuncia de la ministra de Defensa, Carme Chacón, a presentar su candidatura a la sucesión de Zapatero.
Rubalcaba, será proclamado candidato del PSOE a las generales el 18 de junio, si no se presentan más aspirantes. Si hubiese más, habría que esperar al 2 de julio para que el Comité Federal, máximo órgano de dirección del partido entre congresos, proclamase al aspirante.

Es además la carta que se juega el socialismo después de la dura derrota sufrida en las elecciones municipales y regionales del pasado domingo.

Nacido en el Norte de España, en la localidad de Solares (Cantabria), Rubalcaba, que milita en el PSOE desde 1974, es el hombre que eligió Zapatero para gestionar la tregua de ETA, aunque en ese empeño trabajaba desde hacía más de quince años.
Rubalcaba, que recibió ayer el aval del Comité Federal, una de las tres vías para concurrir a las primarias, es, según Zapatero, el candidato capaz de remontar el descalabro electoral y lograr la victoria en las generales, previstas para marzo de 2012 y a las que el jefe del Gobierno ya anunció en abril que no se presentaría.

“Alguien que es un “esprínter”, que es capaz de haber corrido 100 metros en poco más de 10 segundos, es capaz de ganar en 10 meses unas elecciones”, dijo, en un guiño al pasado como atleta del ministro del Interior, el actual líder socialista que ratificó su decisión de acabar la legislatura por el “interés general” del país.
Rubalcaba tiene ante sí el desafío de remontar el reciente descalabro socialista en las elecciones municipales y regionales del pasado domingo, en las que arrasó el conservador Partido Popular (PP), el principal de la oposición en España, y el PSOE perdió algunos de sus feudos históricos.

Todo ello en un momento en el que la crisis económica, que ha dejado en España casi cinco millones de desempleados, pasa factura al Gobierno, como reconoció ayer Zapatero al asumir personalmente la “responsabilidad” de la derrota electoral, “porque deriva directamente de la situación de respuesta a la crisis económica”.