Tras las elecciones de este domingo, que registraron una participación histórica, los liberales y los ecologistas podrían tener un papel clave en la conformación de la Eurocámara. Las fuerzas populistas, por su parte, se impusieron en Francia, Italia y Reino Unido.

Los partidos proeuropeos mantendrán la mayoría en la próxima Eurocámara, reforzados por el auge de liberales y ecologistas, frente a las fuerzas populistas, que registran sonoras victorias en Francia, Italia y Reino Unido.

El Partido Popular Europeo (PPE, derecha), que necesitará buscar otros aliados más allá de los socialdemócratas con quienes ya no logra la mayoría, no tardó en reivindicar su victoria y la presidencia de la Comisión Europea, principal cargo en juego.

Ambos partidos, que retroceden a 179 y 150 escaños de un total de 751, respectivamente, necesitarán otros aliados proeuropeos en una Eurocámara mucho más fragmentada. Los liberales (107) y los ecologistas (70) podrían desempeñar este papel clave.

"Afrontamos un centro menguante en el Parlamento de la Unión Europea", comentó un apagado Manfred Weber, cabeza de lista del PPE, después de que algo más del 50% de los más de 400 millones de votantes de la UE acudieran a votar en unos comicios de cuatro días, las elecciones transnacionales más grandes del mundo. "A partir de ahora, los que quieran tener una Unión Europea fuerte tienen que unir fuerzas", afirmó.

El líder del grupo socialista, Frans Timmermans, básicamente admitió la derrota aunque los dos grupos siguen siendo los más grandes de la asamblea. "Si uno pierde unas elecciones, si pierde escaños, tiene que ser modesto", dijo el exministro holandés de Exteriores. "Hemos perdido escaños y esto significa que tenemos que ser humildes".

"El monopolio del poder está roto", constató por su parte la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, una de los candidatos de los liberales. "Lo que cuenta es el programa", advirtió el jefe de finales de los ecologistas en la Eurocámara, Philippe Lamberts.

De la mano de las protestas estudiantiles impulsadas por la activista sueca Greta Thunberg, la lucha contra el cambio climático se impuso de hecho en la recta final de una campaña que ha estado también marcada por los nacionalistas y sus críticas a la política migratoria de la UE.

Además del fin del bipartidismo en el seno de la UE, las proyecciones de la Eurocámara muestran que los tres grupos euroescépticos, ya sean ultraderechistas o conservadores, reunirían en su conjunto 172 eurodiputados.

El resultado de los euroescépticos, cuyo peso en el hemiciclo pasa del 20% a casi el 23%, era la principal incógnita de estos comicios celebrados tras una legislatura marcada por los coletazos de la crisis de la deuda, la migratoria y el Brexit.

En Francia, la formación de Marine Le Pen ganó su pulso al presidente europeísta Emmanuel Macron, mientras que, en Italia, el hombre fuerte del gobierno, el ministro de Interior, Matteo Salvini, acrecenta su poder.

Sus victorias son más en clave nacional, como en Reino Unido, donde el Partido del Brexit, del eurófobo Nigel Farage, domina el escrutinio con un 32% y el Partido Conservador de la dimisionaria primera ministra Theresa May sería quinto con un 9,1% de los votos.

El presidente en funciones del Gobierno español, Pedro Sánchez, fue una llamativa excepción ya que su Partido Socialista se llevó 20 de los 54 escaños correspondientes a España en la cámara europea.