El fernet no se toca. No se mancha. Y sobre todo no se califica como "la bebida más intomable del mundo". La definición se le ocurrió a Charles Passy, periodista del sitio marketwatch.com, quien seguramente no se esperaba la repercusión que tuvo su venenosa crítica entre los fans locales de este aperitivo creado en 1845 en Italia.

"Tiene el sabor de de la cera para zapatos mentolada. Y eso tal vez es ser injusto con la industria de la cera para zapatos". También lo describió como "amargo como una cachetada en la cara". Esas fueron algunas de las analogías que Passy utilizó para definir a la que es -más allá de su opinión- la segunda bebida en base a hierbas más vendida del planeta, después del alemán Jägermeister.

En la Argentina su consumo se cuadriplicó en diez años, por lo que no soprende la cantidad de fans que salieron a defenderlo en las redes.